LA COLUMNA VERTEBRAL DE
LA CORRUPCIÓN JUDICIAL, POLÍTICA E INSTITUCIONAL

Los Argentinos Sufrimos de los siguientes males relacionados a la manipulación jurídico-legal del aparato institucional nacional, provinciales y municipales por parte de sujetos que viven de la Función Pública y de los arreglos que consiguen con sectores específicos de la comunidad activa.

1- Indefensión Jurídica -La ley no nos defiende-

2- Inseguridad Pública -El aparato de seguridad no nos protege-

3- Abuso de la Potestad Jurídica -Los hombres y mujeres del derecho, en especial del Poder Judicial se Abusan de su Función

4- Extorsión Pública -por el manejo tendencioso de la Sentencia Judicial y de la connivencia y contubernio político- Todo esto se consigue a través de dos estructuras ilegales, tácitas y amorales de:

5- El Mercado del Conflicto -el mercado económico-financiero más grande del país y de dónde se cobran las extras los miembros del Poder Judicial

6- El Gobierno de los Jueces -asumido por inacción e inoperancia del Poder Judicial- y máxima deformación del sistema democrático. Todo esto se consigue y materializa a través de dos tipos de delitos públicos:

7- La Extorsión Judicial y

8- La Extorsión Política, de donde surgen las dos características de sujetos delincuentes aún no específicamente encuadrados en la legislación, la del

9- Delincuente Judicial y la del

10- Delincuente Político, que utilizando

11- Códigos Propios -como el silencio, el encubrimiento, la mentira, etc.-

12- Procedimientos -como escudarse en la Ley, en el Contubernio, en la Connivencia, en generalizar las culpas de su accionar desde el Sistema sobre la ciudadanía, etc.- consiguieron así una,

13- Penetración Institucional que abarca y prostituyó en lo judicial: a todo el aparato de justicia, y en lo político, a todo el aparato político, ambas, expresiones cabales de la

14- Corrupción y del

15- Maltrato Público que sufrimos todos los argentinos.

¿Cómo se soluciona esto?

Utilizando

16- La Teoría del Agujerito, -para contrarrestar el aparatamiento- comprendiendo el concepto de:

17- Culpa, -como la sensación negativa que produce en el individuo su propia conciencia al confrontar su nivel de valores y principios morales y éticos con las acciones propias y/o ajenas- y de

18- Responsabilidad, -uno de los tres atributos del cargo- y que ante lo expuesto ubica a los ministros, camaristas y jueces del Poder Judicial, principalmente, en una

19- Responsabilidad Criminal, por el manejo premeditado y alevoso de los mecanismos jurídico-legales que con absoluta volición e inmoralidad restringen y condicionan, en connivencia con el aparato político, en niveles sofocantes, los dos factores más importantes de la existencia ciudadana la

20- Libertad -que es la impresión y/o expresión del Ser Humano sin el condicionamiento del miedo- y su

21- Independencia -la expansión del Ser Humano hasta el límite impuesto por otro semejante, por una cosa, un sistema y/o una idea- y que hacen que el ciudadano se «olvide» que su

22- Derecho Natural está por sobre la ley y pierda así su real conciencia de

23- Responsabilidad Ciudadana por el manejo intencionado y alevoso y por la ineficacia de los medios convencionales para resolver sus necesidades individuales y colectivas, pero creando y utilizando, a pesar de ello,

24- Medios Alternativos, en defensa de sus derechos culturales y cívicos que lo asumen en una

25- Desobediencia Cultural y en una

26- Desobediencia Cívica de distintos grados y niveles utilizando como valor integrador

27- La Verdad, y situándose como individuo y colectividad en una Presencia Absoluta Social representada por

28- La Realidad Tal-Cual-Es, y de esta manera contrarrestando la

29- Ley de Hierro del Funcionario Público que plantea el doble concepto de Todos para Uno y Uno para Todos; o de Uno para Todos y Todos para Uno , que es el fundamento del

30- Aparatamiento Institucional que cohesiona y adhiere de manera monolítica a todos los miembros de la institución pública cuando están amenazados por elementos externos a la misma, miembros que utilizan el

31- Amansamiento que es el manejo político-institucional que se hace de la Libertad e Independencia del ciudadano para subyugarlo y condicionarlo a la voluntad e intenciones de la institución pública. Este amansamiento, clara expresión de la Represión de Estado contra el ciudadano y toda su sociedad, por ej. Delito Institucional, es revertido para reducir su impacto de responsabilidad criminal de los funcionarios públicos que lo producen aplicando las

32- Políticas del Reflejo y de la Inclusión, políticas de la refracción de la responsabilidad criminal y de la inclusión del «Todo Social» sobre el sujeto o institución que denuncia o acusa el ilícito. Generando así una variedad infinita de

33- Formas y Tiempos en el manejo de la Libertad e Independencia Ciudadanas, que nos lleva al eje central de la Cuestión Argentina: la agresión, violencia e indiferencia que cada ciudadano argentino y la sociedad toda en su conjunto sufre de manos de los miembros del aparato público por la ineficiencia, ineficacia y falta de oportunidad crónica en el cumplimiento de la función delegada desde las bases del poder real: el ciudadano. Este eje tiene tres puntos:

34- La Inmunidad del Funcionario Público -en especial el que trabaja en el Poder Judicial y aquél que está en relación al Poder Político- que protegido por la Elefantiasis Jurídico-Legal, puede justificar cualquiera y toda acción contra el ciudadano argentino, y a su vez esa misma norma lo protege contra cualquier y todo embate de la población por su irresponsabilidad y criminalidad en el cargo. Esta inmunidad, con el tiempo va creando una sensación individual y colectiva de

35- Impunidad en el Efepe que se asume como intocable, indestructible, todo omnipresente, omnipotente y omnisciente en el cargo que ocupa y esta doble acción y sensación -la de la norma jurídico-legal que lo hace inmune y la del sentimiento de impunidad que se asume- le produce una CARCASA que le genera una

36- Indolencia de tal magnitud que no le permite conocer, entender ni comprender el dolor ni el sufrimiento de la sociedad cuando clama, por ejemplo: por Justicia, como está sucediendo en todo el país.

Espero a través de este desarrollo conceptual, haberle aportado al Soberano un exacto y puntual «marco referencial» de lo que llamo:

LA CUESTIÓN ARGENTINA