La madre de todas las leyes es La Ley del Cambio,
ya que es la única ley del universo que, irónicamente, jamás cambia.
Todo cambia permanentemente, nos guste o no, creamos que es así o no lo
creamos, hagamos los esfuerzos para evitarlo o no.
El padre de todas las leyes dijimos que es La Ley
del Equilibrio, todo vuelve después del cambio a equilibrarse y a
con..vivir con el resto de los elementos o personas en un ambiente armónico
a la nueva situación planteada.
Madre y Padre son la base de nuestra existencia,
y así lo son.
Pero el ser humano hace, y deshace, y cuando mira, mira
hacia afuera y ve las cosas y cuando las ve ve que no cambian que están ahí
siempre igual, siempre sin cambio. Y al ver que hay cosas que
no cambian se asume en que él también puede conseguir ese estado de
estabilidad -ficticia pero creída- en el que ve las cosas.
¿Por qué las personas buscan no cambiar, cuando la vida
es un constante y permanente cambio y un constante y eterno volver a equilibrarse?
Cosas de los humanos, como tantas otras.
Siempre me golpeo con el puño la cara y después golpeo la
mesa o la pared y siento que no soy lo mismo. Mi cara es blanda, acepta el
golpe, se integra con la otra parte de mi cuerpo con la que tomó contacto.
Cuando golpeo la pared o la mesa que son duras, se rechazan ambos objetos,
se ponen límites y condiciones de relación. No es lo mismo. Entonces, ¿por
qué las personas quieren actuar como máquinas, vivir en las rutinas durante
años y años, sentir que están seguras si hacen siempre lo
mismo?
Es difícil de entender. Cosas de humanos.
La humanidad debe aprender, como ya lo han aprendido
también las ciencias, que debe internalizar su condición de cambio
permanente, son dinámicas de profundo valor de vida que no se pueden ni
esconder, ni cambiar, ni trocar por otras formas. El cambio es cambio y el
equilibrio es equilibrio y es un devenir perpetuo al que estamos
indefectiblemente articulados, como el nacimiento y la muerte.
Mucho de la economía que sufrimos es parte de esta
actitud contra-natura que tuvimos durante generaciones, cambiémosla y
avancemos desde nuestros propios interiores personales y construyamos
sistemas de convivencia y de relaciones económicas que nos guíen, que nos
acompañen y que nos apañen en cada situación de cambio que naturalmente se
nos presenta en la vida individual y social de todos los días.