Enrique Barrios hace años en Ami, el niño de las
estrellas nos enseñó en un muy buen consejo para los humanos a no
pre..ocuparnos por las cosas sino a ocuparnos de
ellas.
Con los años y el aprendizaje cada vez que me preocupaba
ponía manos a la obra para ocuparme y así después de mucho tiempo surgió el
pensamiento de "por qué las personas ante tanta desidia y descalabro del
sector público, ante tanto evidente delito público no pone, toda la
sociedad, manos a la obra y cambia los sistemas y a las personas que le
están robando y que se están abusando de ellos". Y lo que Ami nos dijo
se extendió al siguiente desarrollo intelectual.
Cuando una persona tiene una necesidad se ocupa en
satisfacerla -de ahí la necesidad es la madre de la acción-.
La sociedad crece y se distribuyen funciones entre sus
miembros: unos hacen una cosa y otros otras, es decir, que mientras unos
se ocupan en hacer unas cosas otros se des..ocupan
de esas cosas pero se ocupan de otras. Todo está bien hasta
que las personas que se ocupan de algunas cosas comienzan a no cumplir bien
con sus funciones, momento en el cual las otras personas comienzan a
pre..ocuparse porque sus connacionales no se están ocupando bien en
hacer lo suyo.
Lo natural es que si alguien no hace bien lo que se le
delegó que haga se lo vuelva a instruir para que haga bien las cosas o en el
extremo del asunto se lo saque y se lo ponga en otro lugar en donde pueda
ser útil y seguir sirviendo a la comunidad. Pero esto no es lo que pasa. En
la función pública y en muchas otras instituciones vemos que las personas no
hacen lo que deben hacer, y no solo eso sino que hasta hacen lo opuesto de
lo que deben hacer -habiendo corrompido las instituciones- y todo sigue
igual y la gente sigue en sus puestos y todo sigue cayendo y cayendo en la
decrepitud y el abandono. ¿Qué pasa? ¿Qué nos pasó?
Muy sencillo. La sociedad, generación tras generación, va
estratificando sus funciones sociales por grupos bien definidos de ella, así
la familia judicial, así las familias de funcionarios públicos -caso la
familia de Alfonsín con 116 miembros "funcionarios públicos"
en ella- etc.
Pasan los años, pasan las generaciones y unos se van
pasando la posta del cargo en otros familiares directos o no tan directos,
de amigos o de conocidos de amigos o de familiares de familiares amigos, y
las relaciones de contactos no tienen fin.
Claro, cuando otros sectores de la sociedad no pueden
participar durante generaciones de una determinada actividad comienzan a
des...pre... ocuparse, es decir, que ni siquiera tienen la
capacidad de preocuparse, se despreocupan de
esas actividades. Están tan alejados de esas funciones sociales que pierden
toda imagen y relación con ella, y lo único que hacen o pueden hacer es
mantener una fuerte y profunda reificación de la función justicia, por
ejemplo, pero jamás asumirse en que son ellos los que pueden generar
justicia.
Volver a asumir la función que los otros por generaciones
no han cumplido o han cumplido mal al punto de deconstruir el sistema
judicial o de haber destrozado el Estado de Derecho transformándolo en un
simple estado de ley es harto difícil sino imposible para aquellos que no
están en esas funciones.
Entonces, en principio, el ciudadano debe ocuparse
directamente de todas sus necesidades insatisfechas, sean básicas, primarias
o subsecuentes, después debe delegar pero seguir observando cómo está funcionando
el otro en su actividad y qué resultados está produciendo para derramar
sobre la comunidad. Después, si uno se preocupa, activarse para
ocuparse nuevamente de lo que lo preocupa, es decir, jamás dejar que
algo se aleje tanto como para sentir que la desocupación va a perpe-tuarse,
mucho menos la des...pre...ocupación, que es la que lleva al colmo
la inacción. De esta manera: estando los individuos de la sociedad
siempre pendientes de los logros y de las actividades de otros no van a
llegar a la despreocupación que es el estado en donde nada
se puede hacer, en donde no se puede ni siquiera entender cómo volver a
activarse para la realización de las necesidades insatisfechas, lo llamo
indigencia social institucional estructural y pública, una
incapacidad absoluta de actuar sobre el marco institucional público para
frenarlo y reformarlo.
Gracias Ami, niño de las estrellas.