La contraparte del abuso de poder del financismo a través
del capitalismo, invadiendo el derecho y las instituciones ciudadanas en
todos sus frentes, puede ser contenido con un real
activismo de intereses del capitalismo en manos de un Ser Libre, siempre
y cuando a este mismo capitalismo de trabajo y producción lo acotemos ahora
a límites máximos y mínimos en su utilización, siempre que instruyamos y eduquemos
al Soberano en sus pensamientos, conductas y actitudes sociales y económicas
de un nuevo orden y siempre que seamos lo suficientemente contundentes en
comprender, saber y actuar contra los sistemas corrompidos y delincuentes
públicos actuales instituidos a nivel nacional y global denunciándolos,
inhibiéndolos, excluyéndolos de nuestras vidas.
Las libertades que el ciudadano DEBE necesariamente
buscar e imponer a los sistemas institucionales actuales y a todos sus
actores son:
1- democracias más abiertas,
2- repúblicas más equilibradas entre sus poderes, lo
que implica que se debe terminar con el concepto del 33, 33 y 33 de igualdad
entre los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales e ir a una ecuación
mucho más natural, haciendo que todo el peso de gobierno radique en un poder
ejecutivo cuyas decisiones públicas sean tomadas por los ciudadanos de
trabajo y estudio en cada una de las áreas de necesidades básicas, como ya
lo explicamos.
3- representaciones más acotadas en objetivos y tiempos,
y controles más directos del Soberano,
4- instituciones públicas y privadas que nazcan y
mueran, literalmente, con la satisfacción de necesidades realizadas que las
idearon, y muchas otras pautas que analizamos y proponemos a lo largo de
toda nuestra obra.
Todo esto NO puede ser producido o programado desde los
sistemas económicos ya que es en la actividad económica en donde "el ser
violento, avaro, codicioso" mejor se realiza.
Hablo de "ser violento" al que impone condiciones de bajo
calibre moral, al sujeto que corrompe la armonía de las relaciones humanas
por la codicia como único motivador de su activación económica y social en
función de su propio y único beneficio personal. Es ser violento el que
busca con avaricia tener "lo que jamás se va a poder llevar", en fin,
al que busca más de lo que debe buscar y al que trata de tener más de lo que
puede humanamente consumir.
La libertad que un ser humano realmente LIBRE tiene
detrás de si es enorme y crea y se activa con sistemas colectivos de
controles y límites a las expansiones e invasiones de otros en sus propias
áreas de trabajo y de estudio.
Sin miedos a ser abusado, a ser expropiado, a ser robado
y hasta a ser matado por lo que crea y produce, si conoce y acepta con
convicción cuáles son sus expansiones y límites al desarrollo de lo propio,
y si sabe a ciencia cierta cómo se produce la invasión de lo ajeno en su
campo de trabajo y patrimonio, con esto tendríamos un ser humano productivo
y creativo de muy distintas calidades y cualidades al actual.
Hoy por hoy, se han impuesto sistemas de confiscación, de
abuso, de participación de sujetos que "nada tienen que ver" en los
desarrollos económicos. La mujer y el hombre que trabaja lo hacen con miedo
y temor profundos y hasta con culpas de hacerlo cuando sale a buscar
su sustento.
Son estos temores, los que a pesar de tener a toda una
población trabajando y amansada, crean la miseria del desarrollo,
crean la pobreza en medio de la "sobreabundancia" de los mercados.
Ahora, por un lado, debemos liberar al ser de trabajo y
de estudio, pero por el otro, debemos protegerlos a través de controles de
expansión del capitalismo de trabajo y producción si queremos que esas
libertades individuales que se tienen sean realmente efectivas -y no
perjudiciales- y que a su vez, lleven a la persona a trabajar con alegría y
satisfacción plena en sus respectivas tareas que su propio y libre albedrío
los orienta a asumir.
Si La Necesidad es la Madre de la Acción,
si el ser humano es libre y está protegido en sus logros descansando en que
el sistema económico al cual pertenece y aporta tiene límites máximos y
mínimos que se consideran reglas de juego para la colectivización de
las actividades de todos, entonces, y solo entonces, podremos decir que el
capitalismo -el nuevo que estamos creando- va a ser el factor más importante
de la actividad de un ser humano libre e independiente en sus quehaceres
cotidianos.
Conclusión: mejor momento para la acción -cuando
el ser tiene la necesidad de actuar-, mejor campo de desarrollo -sin
miedos para crear o producir-, mejor protección de su patrimonio y
trabajo en la colectivización y expansión de lo propio -límites máximos
y mínimos- y un cambio continuo de actitudes y conductas de producción y
consumo hacen que nos proyectemos hacia un nuevo "homo económicus",
más ajustado a derecho y a las necesidades de una nueva humanidad que debe
ser menos violenta, más colectiva y más respetuosa y solidaria de las
necesidades y condiciones individuales que la constituyen.