El mercantilismo, el comercio histórico en general, toma
como buen criterio la compra y la venta como dos polos de una relación que
todos interpretan sin equivocación.
La compraventa es el inicio del estudio económico, de una
y otra manera todo da vuelta alrededor de ella y se asume tan bien y tanto
que es natural sentirla como siendo el principio de la cosa económica.
¿Pero es así? ¿Nace todo en el intercambio, o el objeto
de la economía nace mucho antes? ¿Tal vez nace desde otro lugar y con otros
actores?
Quién sabe. El asunto es tema de debate pero en lo que
todos estamos de acuerdo es en que si cambian los orígenes y si cambian las
referencias en las cuales se asienta un pensamiento, casi todo, en consecuencia,
cambia.
Aquí proponemos que todo "lo económico" nace desde
el impulso que moviliza al ser humano individual, que es parte del conjunto
social a activarse para satisfacer una necesidad insatisfecha.
El asunto cambia mucho, porque no necesariamente tiene el
individuo que pasar por el intercambio de cosas, ni requiere de dinero, ni
muchas ideas más que se dan como fundamentales si se nace de la compraventa.
Tal vez todo debería comenzar desde los recursos físicos,
o desde el momento en que el ser humano los reconoce como útiles, nosotros
insistimos con el impulso individual que mueve a satisfacer
una necesidad.
Hasta ahora no hubo imagen de economía que no tuviera a
alguien comprando y a alguien vendiendo, la compraventa.
Si estamos construyendo una social-economía
y ampliándola a mucho más de lo social y que integre todo tipo de relación
física y humana, y estamos obligándola a ver y a administrar la abundancia
en vez de la escasez y tantas otras cosas más como parte del avance, debemos
trabajar sobre lo restringidos de comprar y de vender haciéndolos
crecer a dar y a recibir, algo mucho más universal y abarca-tivos.
La compraventa tiene sus instrumentos, sus formas, sus reglas e infinitas
costumbres de hacer la transacción, de garantizarla, de proteger derechos,
de asentar su existencia, de controlar sus múltiples elementos
constitutivos. Todo se fue tejiendo a lo largo del tiempo y de distintas
formas en distintas latitudes y culturas, los contratos, las calidades, las
medidas, etc.
El dar y el recibir con visión económica también
debería seguir el mismo camino y con los años y con la comprensión profunda
de qué significan y de cómo funcionan, irían, a su vez, constituyéndose en
un saber de acción colectiva integrado.
Dar qué, dar cómo, dar por cuánto tiempo, dar en qué
forma, quién da, para qué dar, un mundo de nuevas preguntas que nos van a
abrir ópticas jamás pensadas en economía. De la misma manera con el recibir
y su complementación necesaria pero no excluyente de otras relaciones.
Por ejemplo en las bases de Un Mundo Un Pueblo,
que se representa con 1x1, este 1x1 dentro de
muchos otros significados tiene el de ver la relación del dar y el recibir
como una relación de cuatro elementos:
1- yo doy vos recibís
2- yo recibo vos das
3- yo doy vos das
4- yo recibo vos recibís
¿Cómo cambia la imagen de la relación cuando uno entiende
al otro en la misma posición que uno mismo: yo recibo... pero vos también
estás recibiendo; vos das pero yo también estoy dando? Pensemos en esto.
¿Cómo comprender el proceso de dar y de recibir dentro de
una economía total? ¿Cómo juega o jugaría el pensamiento económico si en el
lugar de venta aparece dar y si en lugar de compra aparece recibir?
El mundo de las variables y de las posibilidades se
multiplicaría hasta el infinito y los instrumentos y los análisis de sus
implicancias también, pero lo importante del proceso es la inserción
del valor humano y de una acción que juega fuera y hacia una
universalización imposible de acotar mucho más allá de la comprensión del
concepto economía actual.
Y cómo sería el dar y el recibir dentro del marco del
Abastecimiento Utópico o cómo sería dentro del
AutoAbastecimiento utópico en donde la relación fundamental es con
la misma tierra que nos da y que espera a cambio que la
cuidemos y entonces también recibe, o también cuando uno se
Autoabastece de su propio ingenio y habilidad. ¿Cuánto vale, cuál
es el valor en términos de un nuevo cálculo económico de la satisfacción de
una persona por aplicar su propio ingenio a satisfacer sus propias cosas?
¿Tiene precio? ¿Cuáles son sus costos, sus ganancias?
Pensemos y aportemos lo necesario para abrir el debate y
construir el cambio.