El mundo está lleno de abstracciones, de institutos que
son acuerdo de voluntades circunstanciales en general, y esta globalización
de voluntades intencionadas hacia un lado y después intencionadas para el
otro hacen que la humanidad esté entrampada en un mundo de desórdenes de
relaciones de monumentales proporciones. Veamos.
La línea de instituciones de grados inferiores hacia las
de grados superiores no tiene límite. Asociaciones de vecinos, sociedades de
fomento, consejos comunales, concejos deliberantes, parlamentos,
federaciones de asociaciones, confederaciones de federaciones, gremios, y la
lista sigue y sigue.
Cuál es el origen de todas ellas: el acuerdo de
voluntades que se convocan y constituyen con un determinado fin.
Así se arman las estructuras, se llenan de funciones y de
cargos y de responsabi-lidades y de autoridades, y ya esta funcionando.
Todo esto es acuerdo, más acuerdo, más acuerdo de
voluntades. Hay estructuras sólidas, efectivas y rendidoras, otras que no lo
son tanto.
Sumando a todo esto están los gobiernos, los estados, los
organismos multinacionales, internacionales y multilaterales. Las
organizaciones supranaciona-les, los tribunales de tal o cual cosa, las
administraciones que se constituyeron y viven después de congresos
internacionales, de conferencias de primeros ministros, de grupos de los 7,
de los 8, o de los 25. ¿Cuántas son? ¿Alguien alguna vez trató de sumar
cuanta gente hay contratada en toda esta parafernalia que nos obliga a un
matrimonio en donde ninguna de las partes se quiere? ¿Qué parte y cuántos de
la humanidad trabajan mirando al cielo para ver si llueve, para después
decirnos: -"ojo que está lloviendo"?
Hay un sobre abuso de lo que debe ser la administración
de las personas y de las actividades. Esta sobre carga le cuesta cuánto a
las sociedades del mundo, a los contribuyentes ¿?
Desde la construcción de los estados nacionales, a las
organizaciones multiTodo creo que el sistema se desbocó y anda suelto y a la
deriva de voltear a su jinete -todos nosotros- en cualquier momento, y la
caída es al precipicio después de una frenada en seco.
Las nuevas instituciones de la economía y de la sociedad
-privada y pública, individual y colectiva- deben ser construidas desde la
necesidad concreta a resolver, con tiempo determinado solo hasta el momento
de la resolución y con personas que sepan que vienen a un trabajo a destajo,
hacer la cosa e irse a otro lado.
La diplomacia debe mutar de ser de abstracción nacional
-el estado- a abstracción nacional -otro estado- a ser de pueblo concreto y
real -representado por las mismas personas- a otro pueblo concreto y real
-representado por sus propias otras personas. Así vamos a imbuir de lo
humano, cierto y real a las instituciones que por ese tiempo determinado y
con objetivos claros a resolver nos van a re...presentar, como corresponde.