Después de todo lo escrito, creo que es fácil definir qué
hacer y para quién hacer.
Primero hay que replantear todo lo que existe en función
de hacer lo que más se necesita hacia lo que menos se
necesita. Hacer para la satisfacción básica e ir escalando
progreso hacia lo prescindible, sin dejar de realizarlo también en su justa
medida.
Hay que hacer alimentos cada vez más baratos y
mejores y más disponibles. Hay que hacer habitación para todos y así
ir asumiendo responsabilidades en el resto de las necesidades básicas y las
primarias.
Respecto a para quién hacer es evidente también que para
los que "sienten que son nada" -indigencia- y de manera
simultánea para lo que menos tienen -pobreza-. Es necesario
despertarlos y comprometerlos a andar por sus propios medios y que comiencen
a verse articulados e integrados en las dinámicas básicas económicas y
sociales. Construir relaciones para que asuman funciones simples, directas,
cuantificables, concretas y visibles a los ojos de todos, para que estas
puedan ser marco para la recomposición del sano orgullo y de la
dignidad de ser y de ser útil para sí y para otros.
Hay que hacer para uno, antes que para nadie más,
y después para otros, involucrados todos. Es necesario saber y aplicar el
saber a cada uno de acuerdo a lo que puede interpretar y asumir, y un
poquito más, pero jamás apabullando al ser con exigencias fuera de sus
propias fuerzas y capacidades.
Actividad surgida del esfuerzo y no del
sacrificio de otras cosas. Resultados creativos y productivos que exploten
de las ganas de activarse y de participar con los otros. Acciones que surjan
de la voluntad de bien y de la colaboración profunda con los otros
erradicando toda vanidad, toda soberbia y toda mendacidad.
Hacer bien... sin mirar a quién y hacer con quiénes sin
mirar qué hacer, porque se está compartiendo con otros que son, en
definitiva, el nosotros mismos.
Una economía de todo y para todos se debe construir desde
premisas y desde conceptos claros que sean fácilmente
interpretables por todos y que sean asumidos también sin problemas por
todos.
Desde un ámbito local de participación directa con una
recuperación de una economía de superficie y hasta la integración mundial de
un mercado y de un gobierno mundial económico como el que plantea la
Economía Racional, la vista de la tierra y de la humanidad va a ser
completamente distinta y nos va a llenar de orgullo de bien por la tarea
realizada.
Una tarea pensada, expuesta, programadas y realizada de
manera consciente y premeditada para el bien común de toda la humanidad.