Construir pensamiento económico y actuar con él para
mejor orientar la acción humana y la administración de recursos no significa
que se deba tener un ministerio de economía que regla y decide la vida y la
muerte de toda la ciudadanía.
Tener un ministerio de economía para que tome decisiones
sobre todas las actividades de las personas es como tener un
ministerio de psicología para que resuelva los problemas de la salud, además
de todos los otros problemas que tiene la gente. ¡Ridículo!
El pensamiento económico es gracias y en función de las
necesidades humanas que son las que impulsan la acción de las personas para
satisfacerse y por consiguiente lo importante es la necesidad
y lo accesorio es cómo y con qué se la ve, se la orienta y se la
ordena.
Tenemos un ministerio de economía pero nos faltan
ministerios de las necesidades. Es decir que tenemos los anteojos
que nos ayudan a ver mejor, pero nos faltan los ojos que son los que
realmente ven.
Una nueva reorganización institucional debe construirse
desde los ministerios de la necesidad.
Un ministerio para cada necesidad básica. Ministerio de
Alimentos, de Habitación, de Salud, de Educación, de Trabajo/Retiro, de
Movilidad/Transporte y de Justicia deben ser el fundamento del nuevo poder
ejecutivo.
Se puede decir que ya existen estos ministerios o que los
actuales son más o menos similares, y que nada nuevo esta corriendo bajo el
sol.
Que existen como ministerios o como secretarías o como
dependencias administrativas públicas sin dudas, pero existen desde la
organización y desde la necesidad política no desde la visualización de la
necesidad misma, de la necesidad como la necesidad misma como impulsora y
motora de la acción individual, social e institucional. Y existen
conjuntamente con otros ministerios que alteran el orden de prioridades y de
importancias relativas, conviviendo con ministerios del tipo de economía,
finanzas, defensa, bienestar social, y otros que a pesar de ser necesarios
se mezclan en importancia y claridad de objetivos.
Tomemos por ejemplo economía, al tener un ministerio de
economía le estamos dando a una disciplina del conocimiento, a una forma de
enfocar el pensamiento, que es una simple herramienta para mejor hacer y
mejor entender las cosas el status de necesidad básica lo cual no es
correcto. Con el tiempo Economía se transforma en los ojos de todo lo
que tenemos para ver, cuando en realidad siguen siendo los anteojos a
través de los cuales deberíamos ver, para ver mejor a las necesidades
que son lo importante.
Este trastoque de esencias, ojos por anteojos
ó anteojos por ojos, producen un trastoque a su vez de la importancia de las
cosas y produce distorsiones que se transmiten a las acciones, a los
procesos, a los sistemas y que alteran todo tipo de resultado.
Son las necesidades las que jamás van a dejar de existir
y es en función de ellas que las organizaciones y las administraciones deben
crearse, deben variar, deben morir y volver a renacer. Este ejemplo de
cambiar los ojos por los anteojos se repite en toda la administración
pública y obliga a la corrección y a la creación de un nuevo orden ejecutivo
público. Teniendo claro al alimento como tal, a la habitación
como tal, y así sucesivamente, la aplicación de la técnica de las 2
Emes -más y mejor- nos libera de complejidades y simplifica la
evaluación del desempeño del ejecutivo.
Economía debe ser una secretaría técnica que asesore a los
ministerios de las 7 necesidades básicas y no más, dejando que la gente que
hace en cada necesidad básica tome las decisiones para desarrollar sus
propias acciones y producir sus propios desarrollos y resultados.