Cualquier proceso creativo-productivo puede
analizarse teniendo en cuenta varias ópticas, por ejemplo:
1- La distorsión y posible manejo especulativo del
capital como valor residual de acuerdo al tipo de esencia del elemento
que
lo contiene.
2- Si el capital residual es de fácil o difícil
transferencia de esencia,
3- Que nivel de ánimo especulativo lleva esa esencia en
sí misma.
Expliquemos. Tenemos un campo y una bolsa de trigo,
sembramos el trigo, crece, cosechamos, tenemos 10 bolsas de trigo. Gastos e
inversiones: la bolsa de trigo y el laboreo para rotar, sembrar, cuidar y
cosecharla, de las 10 bolsas sacamos el capital de inversión inicial, la
bolsa sembrada y los excedentes de producción, 9 bolsas de trigo. Capital
actual: el campo, la bolsa para volver a sembrar y 9 bolsas de trigo más.
Las alternativas del excedente de producción -9 bolsas-
pueden ser muchas pero básicamente:
1- guardarlas y expandir e intensificar la siembra para
la próxima temporada;
2- guardarlas y realizar la producción sobre la misma
extensión de campo de la misma cantidad a la anterior; guardando el
excedente, o venderlo.
3- vender las 9 bolsas y hacernos de otros elementos de
producción como elementos de labranza, otro campo, etc.
4- vender las 9 bolsas y gastar el dinero;
5- vender las 9 bolsas y poner el dinero dentro del
circuito financiero, lo cual transforma el elemento excedente, las 9 bolsas,
de tener su propia presencia y su propio valor intrínseco -ergo propio valor
de repetición del ciclo natural de donde naciera- en cambiarla por una
esencia de representación, es decir de un valor monetario que sustituye a la
esencia y potencia propia de reproducirse en sí misma y por sí misma, aunque
por otro lado, en realidad, las 9 bolsas canjeadas sigan manteniendo su
misma esencia pero con otro productor o consumidor.
Para no extendernos demasiado y fijar una imagen a la que
posteriormente vamos a retornar, por el momento mantenemos en mente el
concepto de movilidad entre el capital económico -con todo su
poder de reproducción y germinación y el capital financiero -en sí
mismo no reproductor y estéril- movilidad que permite un mayor o menor juego
especulativo en función de su propia esencia; una cosa es mover 9 bolsas de
trigo y utilizar 9 bolsas de trigo y otra, muy distinta, es mover el valor
en monetario de esas 9 bolsas de trigo, aunque ahora las 9 bolsas las tenga
y pueda utilizarlas otra persona como dijimos.
Los excedentes de la Tierra y de la Actividad del Ser
Humano, entonces, pueden tener las siguientes asignaciones:
1- Ser consumidos en la satisfacción de una
necesidad básica específica, o de varias.
2- Ser reciclados en la misma Tierra y dentro del
mismo tipo de actividad del Ser Humano, para potenciar en un grado
superior el rendimiento de la Tierra y/o de la Actividad humana.
3- Ser Reciclado en otro espacio de producción de la
Tierra y/o la Actividad Humana.
4- Ser almacenado para una posterior utilización
dentro de 1, 2 o n procesos.
5- Ser transformado para ser usado como elemento
útil, como originario y/o herramienta potencialmente superior para realizar
una cosecha de la tierra y/o del laboreo de mayor eficiencia.
6- Ser desechado, desperdiciado, destruido sin
valor de recupero alguno en la satisfacción de necesidades básicas humanas.
En función de estos 6 puntos anteriores los elementos
económicos -con valor útil individual y colectivo- pueden ser:
1- bienes producidos y consumidos
2- bienes producidos y reciclados dentro de sí mismos
3- bienes producidos y reciclados en otras áreas de
producción de necesidades
4- bienes producidos y almacenados para ser reciclados
con posterioridad dentro de sí mismos y/o en otras áreas de producción de
necesidades.
5- bienes producidos y transformados para ser utilizados
para una mayor y mejor explotación de la tierra y del trabajo.
6- bienes producidos y desperdiciados.
Con estas seis estructuras de visualización podemos ahora
estratificar lo que es:
1- Capital productivo y Capital Improductivo, lo que es
2- Capital según el nivel de satisfacción de necesidades,
3- Capital según nivel de transferencia de su utilización
para la satisfacción de necesidades y al
4- Capital según su potencia de realización y de
reproducción en sí mismo y/o hacia otra área de utilidad.
Estas diferentes formas de ver al capital -tanto económico como
financiero- sirven para una posterior articulación con la organización de la
producción y consumo humano para la satisfacción de las necesidades y para
la implementación del abastecimiento utópico como nueva forma
de distribución de bienes consumibles.