TEORÍA DE LA NECESIDAD - El Eficientismo Social -
                      Una Economía  de Todo y para Todos.    Prof. Mauricio Jorge Yattah

  31 - El Capitalismo de trabajo y producción
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Hablar de capitalismo de trabajo y producción es hacer referencia a aquel capitalismo primigenio, original, que se constituyó cuando el Ser Humano comenzó a pensar en cómo utilizar mejor los recursos naturales y su propio esfuerzo. Aquél capitalismo surgido del mercantilismo donde todavía estaban en puja producir para satisfacer necesidades y producir para vender y comerciar. Hablar del capitalismo utópico de las dos revoluciones industriales en donde la fórmula era: mejores formas de trabajo, excedentes, ahorro, inversión sobre la producción, y el ciclo se repite en otro nivel superior, un nivel más desarrollado.

Esta intención de trabajo racional y de producción racional debería haber llevado a incrementar de manera paralela el equilibrio de las actividades económicas junto a aspiraciones morales y éticas de un despertar del ser humano más íntegro. Tales aspiraciones no se cumplieron, a pesar de que hubo gritos de alerta éstos no pudieron con la mala pasión humana: la avaricia, la codicia, las guerras y la lucha por la dominación.

Hoy, el trabajo para la producción de bienes y servicios y la explotación de los recursos naturales distan mucho de tener parámetros de contención de abusos y de excesos. La idea de producir más a cual-quier costa y al costo mínimo busca sus nichos a lo largo y ancho del mundo, busca la explotación del hombre y de la tierra dónde y cómo sea. No hay límite, no hay observación del otro como semejante, no hay regla ni derecho que contenga esta voracidad. El perfil que nos muestra el capitalismo de hoy -financismo- es la sombra de lo que fue el original y es infinitamente más perverso y depredador.

La producción humana en cualquiera de sus formas, salvo en raras, contadas y nuevas excepciones, no se auto limita y en general es la misma política la que le ofrece legislación de apertura y de vuelo para que alcance horizontes de desarrollo cuando en realidad devuelve destrucción y miseria.

Es más la codicia, es más la sensación de sobrevivir la que mueve y hasta violenta al ser humano a la acción de producción que la conciencia de desarrollo positivo natural, armónico e integrado, dentro de un marco de libertad e independencia moral y ética natural. Buscar riqueza con la producción o con el servicio se reduce a llenar el cofre de monedas para después gastarlas para protegerlas y para tratar de superar miedos personales y sociales introducidos por las mismas inercias salvajes de la competencia y de la estúpida acumulación.

Hay que incluir en el análisis que el disfrute y evaluación de lo que es riqueza lleva en sí el costo material, el costo humano y de los procedimientos que se utilizan para conseguirla, todos costos ligados a una consciencia humana superior, cargada de valores y de principios a realizar de una sociedad superior íntegra y no tan solo rica materialmente, búsqueda que está en antípodas alejadísimas de los valores actuales.

El Eficientismo Social se proyecta como una suerte de Capitalismo de Trabajo y Producción Humanizado por límites y condiciones conceptuales de utilización de la actividad humana y de los recursos de la tierra. Una actividad humana que produzca riqueza en función de la reproducción de los elementos renovables y de la integridad humana de todas sus necesidades y no solo de la simple explotación, derroche y/o atesoramiento de los elementos no renovables planetarios. El Eficientismo Social busca articular al ser humano íntegro, completo.

Cada límite establece acuerdos entre características y necesidades sociales, entre cada tipo de tierra en la que se habita y entre las circunstancias especiales del pueblo que se proyecta al resto de otros pueblos.

Establecer límites para la orientación del capitalismo es transformar la actividad económica viendo el todo y viendo a todos en sus propias necesidades de desarrollo social y económico.

El capitalismo ha resultado ser el sistema económico más viable para conseguir que el ser humano se realice, pero no definirlo dentro de un macro marco socio-elemental concreto de movilización y de utilización de sus recursos, tanto humanos como físicos, ha hecho que se mezclaran y gastaran infinidad de elementos de todo tipo que han dañado a nuestro planeta y a nuestras vidas en sociedad. Seguimos experimentando y explotando la tierra buscando subyugarla en provecho de unos pocos, en vez de orientar estos esfuerzos y realizaciones hacia un desarrollo infinito, renovable y sustentable para todas las generaciones futuras y de todas las personas en actividad.

Existe un orden parejo natural en la utilización del capital de la Actividad Humana y del capital de la Tierra que es necesario respetar y del cual se debe aprender a mantener un equilibrio de máxima productividad que no rompa sus elementos y factores motores de productividad y fertilidad naturales y es el Capitalismo acotado -dentro de límites máximos y mínimos- lo que nos va a permitir hacerlo.

Las teorías y escritos sobre el tema se siguen sucediendo y parecen no hacer mella en el actual monopolio del financismo y su tozudez de seguir queriendo esconder el enorme e irreparable daño que produce a su paso para mantener una artificialidad e insistencia en sus valores de codicia e insensatez que sí o sí la Ley de la Naturaleza está enseñándonos que debemos revertir en el menor tiempo posible. Hacia esta reversión vamos.



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