TEORÍA DE LA NECESIDAD - El Eficientismo Social -
                      Una Economía  de Todo y para Todos.    Prof. Mauricio Jorge Yattah

  33 - El Capital como Multiplicador Útil   Audio - Imagen MJY

A los excedentes no consumidos, transformados o no, del producido de la tierra y del esfuerzo del ser humano, que son considerados escasos y valorados como útiles y/o necesarios se lo llama Capital. Este capital siempre se mantiene y utiliza dentro y con su propia esencia, pero cuando se lo evalúa con un patrón común, externo a sí, sustituto de su valor intrínseco y natural llamado representación monetaria se lo llama Capital Financiero.

El Capital Natural, aquél que mantiene su esencia y su potencia de ser un elemento de producción de riquezas en sí mismo, es de difícil manejo y manipulación; el capital financiero o re..presentado por un común denominador de muchos otros tipos de capitales -útiles-, es de muy fácil manejo y movilización.

Aún mucho más fácil de manejar y de transferir es el dato electrónico, un impulso de energía, que a su vez re..presenta al capital financiero y que puede ser disparado por el mundo como algo cierto y verdadero, que cuesta muchas veces precios leoninos para transferir de un espacio virtual a otro.

Si se tienen en cuenta los costos de procesamiento, simples impulsos electrónicos de nanocostos insignificantes, éstos llevan cargado el resto de los costos estériles del financismo, costos que deben ser cargados, compensados y absorbidos por dichas transferencias.

La imagen del capital real cambia a ser otro capital y de ahí esta otra imagen vuelve a cambiar para ser solo un click de transferencia electrónica. ¡Todo un paisaje distinto! que solo se dibuja en la mente de la humanidad, y la atonta y esclaviza.

El capital natural requiere de un esfuerzo y de un gasto para ser transferido, el capital financiero requiere de mucho menos esfuerzo y gasto, y el dato electrónico, representación idealizada de ambos es casi de gasto y de esfuerzo cero para ser transferido y manejado. Esto se trae a colación porque el concepto valor dinero, valor dato y la subordinación que se hace del ser humano en función de ellos, junto a muchos otros conceptos conexos va a ser analizado en detalle más adelante, cuando presentemos Al Soberano y a Su Patrón -Actividad, Bienestar y Calma-.

El capital natural juega per se en la satisfacción de las necesidades, el capital financiero funciona a través de sus representados y el dato informático funciona en la especulación de aquellos que lo manejan, au-mentando su poder en términos de instantes, de lugar cero y de oportunidad especulativa por necesidades, en muchos casos, de condición catástrofe reales en las vidas de los que no lo tienen, de los que no lo pueden manipular ni controlar.

Cuando el capital natural, como el financiero, se aplican al producido de la tierra y/o a la actividad del hombre para aumentar su potencialidad o rendimientos efectivos, el capital funciona como un multiplicador eficiente y eficaz de los dos elementos originarios de producción de riquezas.

El límite de este funcionamiento de multiplicación debería estar dado en que el capital aplicado como multiplicador no represente un costo o desgaste de las variables tierra y del esfuerzo humano que ponga en peligro la existencia de la potencialidad real y/o existencia inmediata o futura de las dos variables genuinas de la producción de riquezas; es decir que su aplicación "no mate" ni sacrifique a ninguna de las dos variables que le permiten crecer: la tierra y el ser humano.

Al capital financiero es necesario utilizarlo, entonces, como multiplicador eficiente y eficaz y no como valor fundamental, absoluto y despótico de aquellas dos únicas variables que le pueden redituar y mantener con vida.

La presión actual del financismo pone al capital financiero adelante de todo proyecto humano de creación o de producción, y esta situación es una inversión de método, por más mediática que se la quiera imponer y por más insistentes que los economistas quieran ser, la creación y la producción humana tiene muchísimas más variables que deben ir por delante y no por detrás del capital financiero; solo así la economía -y el capitalismo- van a volver a sentir el orden natural de lo que debe ser y el orden natural del sentido que deben tener las cosas.

El límite del costo de utilización de ese capital -financiero- se debe establecer, en segunda instancia, en que no sea confiscatorio ni limitativo de ninguna de las necesidades básicas del ser humano, individual, familiar o social ni de la tierra a la que se aplica, ni tampoco del capital económico -natural- que lo produce. Si esta premisa no se cumple es como ir matando a la gallina de los huevos de oro para tener "todos los huevos" de una sola vez ¡ridículo y estúpido! y es en definitiva la situación que sufre la humanidad en la actual economía mundial. Esta situación que no se vislumbra en sus instantes de extracción por ser en miles de millones de operaciones diarias se ve en sus efectos con claridad en la miseria crónica de continentes enteros y de sociedades humanas completas.

Exactamente esto es lo que la humanidad ha construido y sobre lo que aún se sigue trabajando con insistencia miope a favor de unos y en contra de las mayorías. Esta situación es producto de la acción humana y de sus fuerzas en movimiento en busca de las reales intenciones y elementos de satisfacción. Aun siendo los procesos que se impusieron peores, superfluos o excluyentes de las necesidades básicas y reales que otros han dejado de percibir son la realidad contundente sobre la que debemos trabajar para cambiar, aceptándola tal cual es.

El límite, un tercer nivel, en el costo de utilización es que éste no sea confiscatorio del nivel de necesidad cultural y cívica que tiene el ser humano dentro de su contexto social que le exige mantener un nivel plus de satisfacción surgido de necesidades subsecuentes.

Cuando estos límites, de acuerdo al desarrollo socio-existencial del individuo y de la sociedad, se cumplen, el capital, tanto económico -real, natural- como financiero, está siendo utilizado como un multiplicador útil, eficiente y eficaz en bien de la humanidad y para mejor utilización y rendimiento de las variables de producción de riquezas, las verdaderas, y las que satisfacen a cuantos más mejor, fundamental-mente en sus necesidades básicas y primarias.

Comprender que al capital financiero se lo debe usar como multiplicador eficiente y eficaz y no como elemento fundamental, despótico e imprescindible sin el cual la tierra y el trabajo no podrían funcionar ni producir es un concepto de primordial importancia.

Publicitar e incorporar en el imaginario colectivo un exceso de la importancia del capital financiero por sobre las reales potencialidades de la actividad del hombre y del producido de la tierra es falaz y ayuda a pretensiones subrepticias para establecer patrones de amansamiento humano para inhibir y condicionar su acción y monopolizar el robo a nivel planetario sobre el que se articula el financismo.

Debemos recordar siempre la necesidad y la ecuación de la utilización del capital con su máxima potencia hacia mayor rendimiento y por consiguiente hacia mayor satisfacción en calidad y cantidad de las necesidades humanas básicas y primarias: la necesidad es la madre de la acción.

El capital financiero como multiplicador despótico comienza a funcionar cuando se exceden esos límites transformándose además en extorsionador y caníbal de la tierra y de la actividad del ser humano, olvidándose que su existencia es gracias y como consecuencia de ellos.

El mundo moderno vive desde hace varios lustros una antropofagia y un canibalismo inauditos y falto de todo sentido moral y ético, no hace falta referirnos a ello, ya que cada uno de nosotros lo vive, lo tiene bien identificado y evaluado y sabe dónde y cómo afecta a la sociedad humana y a nuestro planeta esta voracidad y encono que este cáncer del capitalismo de trabajo y producción -financismo- produce en la dinámica socio-económica mundial.

No es culpa ni responsabilidad de nadie, ya que es producto de los resultados de infinitas acciones que son realizadas por el ser humano para buscar y conseguir su propio bienestar o el de su comunidad, pero estos microscópicos impulsos de decisiones y acciones han llevado por acumulación y multiplicación sucesiva a transformar los sistemas, que se han asumido e impuesto, como líderes de tendencias y encuadres de desarrollo que han literalmente desfigurado las utopías iniciales por el bienestar y la abundancia colectiva arrastrándonos a monstruosas aberraciones y deformaciones sociales, educativas, económicas, políticas, institu-cionales, y la lista se multiplica de a cientos.

El nivel de despotismo, entonces, se mide de mayor a menor de acuerdo a los siguientes límites:

1- Que el capital aplicado, por utilizarlo en cualquier tipo de producción consuma elementos no recuperables de la tierra y del trabajo del ser humano, que son los únicos dos elementos que le dan al capital su propia razón de ser y de existir.

2- Que la utilización del capital confisque o cueste los recursos necesarios para la satisfacción de una o varias necesidades básicas humanas individuales y/o colectivas.

3- Que confisque o cueste los recursos necesarios para la satisfacción de las necesidades primarias.

4- Que confisque o cueste los recursos necesarios para la satisfacción de las necesidades subsecuentes.

Hay que distinguir también entre la aplicación del capital a la producción de bienes y/o servicios, entre que éstos sean necesarios o innecesarios, que sea por medio de la utilización del capital natural o económico -capital que contiene dentro de su propia esencia un potencial genuino para la producción de más excedentes y de más riquezas-, y analizar si la utilización de capital financiero lleva a una cierta especulación sobre los recursos disponibles.

Mucho de la acumulación de riquezas se encuentra en la Propiedad Privada, esta propiedad privada se puede clasificar como individual, familiar o colectiva, con utilización o no de ella, es decir su usufructo directo.

Extendiendo estos puntos a que uno tiene la libertad de utilizar Su Patrimonio y Su Rédito como le plazca y le venga en gana hasta llegar al punto de su utilización en términos de libertinaje y de destrucción total de lo propio porque simplemente "es mío" y yo hago lo que quiero con lo mío- se puede manejar el cómo, el cuánto y el con quién le plazca producir el usufructo.

Así, la utilización de la propiedad privada, que es producto de la acumulación de excedentes no consumidos ni por la tierra ni por el ser humano, se puede clasificar en:

1- propiedad privada individual

2- propiedad privada familiar

3- propiedad privada colectiva.

El concepto de propiedad privada colectiva no es el mismo al de la cosa pública, se diferencia uno del otro en que la propiedad privada colectiva surge de la acumulación de excedentes de trabajo y de rendimientos de la tierra que crecen de lo individual a lo familiar a lo social, transformándose la acumulación en una necesidad de producción de bienes y/o servicios imprescindibles para la sociedad en su conjunto ó también surgida de la potestad de imperio que el estado tiene para entre-garla a particulares que la usufructúen y cuyo producto es necesario para el colectivo social.

Un ejemplo, es un empresario exitoso que construye un imperio económico y que da trabajo a miles de seres humanos y produce centenares de productos de consumición necesaria básica para la comunidad. Este empresario que por propia capacidad e iniciativa se expandió a un nivel social macro, fue asumiendo, o debería haber asumido, que su libertad de acción para la realización de sus sueños y deseos personales va ahora, paralelamente, exigiéndole una paridad de responsabilidades sociales conjuntas con los logros obtenidos y su propiedad privada acumulada, elementos que pasaron de ser su propia responsabilidad individual, a ser responsabilidad familiar y extendiéndose pasó a ser responsabilidad social ineludible e irreductible en función de todos los recursos humanos y físicos que utiliza, este es un buen ejemplo y un ejemplo típico que vivimos a diario.

Por eso el valor de las responsabilidades y de las ingerencias entre lo individual y lo social para proteger los capitales y las riquezas comunes es muy importante y exige un tratamiento especial y compartido de qué es y cómo funciona el concepto propiedad privada.

Ni el sistema de libertades del capitalismo, que le da la posibilidad al financismo de tomar todo, ni la esclavitud del comunismo que toma todo del hombre y de la mujer creativos y productivos, sino un sistema de protección del logro empresario y de las riquezas de la humanidad en bien del empresario mismo y de la humanidad toda para que se perpetúen en actividad, bienestar y riquezas perdurables para todos y que esté en balance con la capacidad creativa y productiva de cada uno de los seres humanos que participan de su desarrollo.

Por otro lado, además, la propiedad pública es la resultante del esfuerzo, de difícil identificación y calibración directa, de la actividad social del conjunto de generaciones que puede potencialmente ser usufructuada por la comunidad toda de acuerdo a sus propias discrecionalidades.

Aquí existen varios elementos a tener en cuenta:

1- Que el derecho natural del ser humano crece de lo individual a lo familiar a lo social.

2- Que el derecho natural cuando es individual e innato del propio y singular ser humano es incuestionablemente el derecho que plantea el inalienable e ineludible cumplimiento de las necesidades básicas existenciales, por sí mismo o por intermedio de sus progenitores, hasta el límite de su propio compromiso existencial. Asumiéndose el compromiso de satisfacción de necesidades básicas, por parte de los progenitores, en función de sus valores de responsabilidad de desarrollo y permanencia existencial individual y social.

3- Que estos valores de responsabilidad, crean el Derecho Natural Familiar que está ya influenciado por los valores y los principios morales y éticos primarios de la sociedad toda en la cual conviven, que una vez expandidos a lo social se transforman en el

4- Derecho Natural Social del ser humano individual y colectivo.

5- Que cuando se sale del marco de lo individual del derecho natural se pasa a ser cuestionable en grados de calidad y de cantidad de acuerdo a las distintas necesidades de cada individuo del grupo y de la sociedad en su conjunto.

6- Que cuando se plantea el cuestionamiento se hace necesario crear los parámetros y límites de la realización de la satisfacción de las necesidades básicas, primarias o subsecuentes que la sociedad se plantea y también el límite en la utilización de los recursos de la tierra y/o humanos a ser consumidos para obtener el resultado deseado de satisfacción personal y social general.

Todos estos elementos o variables, de tipo ético y moral, son en principio puntos de mayor o menor control de los recursos que una persona, empresario, debe considerar para desarrollar su trabajo creativo-productivo en bien propio y de la comunidad.

Una actividad empresaria exitosa debería ir adquiriendo de lo social y de su responsabilidad hacia una familia mucho mayor lo que parámetros de máximos y mínimos aplicados sobre el macro capital socio-económico generaría en la utilización de los recursos de acuerdo a nuestro nuevo capitalismo de trabajo y producción.

Este ir adoptando nuevas valoraciones de responsabilidades más allá de las personales y familiares es de exclusiva incumbencia del orden social e institucional público sobre los individuos que supieron superar los niveles iniciales en el servicio a la comunidad produciendo bienes y servicios útiles para ella de proporciones mayores.

Más adelante veremos que esta toma de conciencia sobre un orden superior de responsabilidades sociales NO se regula con el actual sistema impositivo sino que requiere un nuevo orden tributario: el MIO-TUYO-Nuestro.



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