TEORÍA DE LA NECESIDAD - El Eficientismo Social -
                      Una Economía  de Todo y para Todos.    Prof. Mauricio Jorge Yattah

  41 - Tratamiento de organizaciones con clientes y/o proveedores cautivos  
         Audio - Imagen MJY

Hablamos de libertad de mercados, de personas libres, de sistemas que aseguran justicia entre sus miembros, de empresas e instituciones que son reflejo de la moral y de la ética ciudadana. Queremos educar en estos valores a nuestros hijos, de la misma manera que nuestros padres nos enseñaron y nos presentaron el mundo a nosotros. Pero cuando vemos cómo se mueven todas estas idealizaciones, cuando realmente sabemos de qué se tratan porque nos lo mostró la experiencia misma o porque supimos leer entre líneas descubrimos que no solo no es tan así sino que mucho funciona exactamente desde los opuestos.

Podemos seguir engañándonos y engañando a los jóvenes y así seguir excluyendo a millones y millones de personas que están dispuestos a aportar de manera sincera y honesta a sistemas colectivos o podemos aceptar la deformación y corrupción de nuestros ideales y de nuestras instituciones y trabajar para adecuarlas a lo que debe ser; a lo que debe ser útil para el ciudadano de trabajo y estudio y para la sociedad, para que de una manera poderosa pueda atacar las necesidades insatisfechas satisfaciéndolas.

Podemos seguir actuando del mismo lado corrupto y enfermo ó decir: esto no va más y dar cartas de nuevo para comenzar otra partida.

Seguir viviendo en un mundo que cada vez nos aprieta más, nos exige más, nos engaña más en términos de recursos y en términos de existencia no es ningún buen negocio realmente para nadie, ni siquiera para los que ganan todo.

No podemos seguir aceptando jugar el partido de la vida y de la participación comunitaria sin un verdadero, honesto y sincero fair play. No hacerlo es seguir viviendo en el conflicto, en la violencia y en la indigencia de miles de millones.

Apostamos por generaciones a que las instituciones que construimos con ideales de libertad y de igualdad y de solidaridad fueran las que potenciaran y llevaran adelante esa libertad, esa igualdad y esa solidaridad entre nosotros, pero no fue así.

Tuvimos, entonces, que construir nuevas instituciones de grados inferiores para que se cumplan esos ideales para ayudar y ser semejante al otro y también esas instituciones fueron absorbidas y se prostituyeron con la corrupción pública y política. Y volvimos a diseñar nuevas instituciones sociales para ver si los valores y los principios humanos junto a los mismos semejantes con sus necesidades relegadas pudieran ser vistos y satisfechos, y aún estas instituciones fueron absorbidas y corrompidas.

Por otro lado, a su vez, la gran política crece a otras instituciones más grandes: regionales, continentales, globales, y la consecuencia es que las dirigencias que las gobiernan están día a día más alejadas de las personas físicas y de sus necesidades reales. Esta es la real y más dramática de las GLOBALIZACIONES.

Ejemplos sobran: Naciones Unidas, Organización Mundial del Comercio, Parlamento Europeo, etc., y por otro lado las Fundaciones, las ONGs, Agrupaciones Cívicas, Asociaciones de Vecinos, y últimamente las OCNAs -Organizaciones Cívicas NO Alineadas, creadas por 1x1.

Sí, han globalizado al mundo, es decir que lo han inflado, le han cargado aire y más aire y como un globo que solo tiene aire adentro puede estallar en cualquier momento, solo necesita que por algún lado al sistema lo pinchen y puff... todas las fantasías infladas se van a transformar en una insignificante realidad, un globo pinchado, tirado en el sucio piso.

La real globalización y las enormes dimensiones que tiene se mi-den por la distancia que existe entre los dirigentes que son los que deben tomar las decisiones públicas -en los actuales sistemas institucionales- y las bases de personas que tienen las necesidades insatisfechas que se deben satisfacer. Esta distancia se mide por niveles dentro de los organigramas de cada institución desde el orden inmediato al ciudadano de trabajo y estudio, pasando por las organizaciones intermedias hasta llegar a las supranacionales y de orden corporativo mundial.

Cuente el lector inquieto cuántos niveles existen poniendo organigrama sobre organigrama y se dará cuenta de que la distancia es casi infinita de poder alcanzar para poder unir al ser humano que está en la punta con el ser humano que está en la base... ergo... los dirigentes están en la estratósfera de las economías de necesidad que la humanidad necesita para existir.

Cada línea tiene sus clientes cautivos, tiene su público que le presta atención y le da presencia, tiene su universo de personas reales que la motoriza y le da un sentido de realidad inútil y desperdiciada, de idealidad.

Idealidad que porque todo el mundo trabaja todos creen que existe y que produce. Pura ilusión y desperdicio que son cubiertos por los resultados efectivos de las economías reales.

Estas situaciones que presento de lo macro socio-institucional y público tienen también su reflejo en organizaciones industriales, comerciales, agropecuarias y de servicios que captan millones de consumidores o que captan cientos o miles de proveedores para fagocitarlos para producir sus propios y particulares canibalismos.

Organizaciones que supieron manipular sus ofertas y sus demandas y consiguieron crecer hasta atrapar a personas que fueron inducidas a ser sus clientes o sus proveedores. Los monopolios y los monopsonios de los que hablamos son parte de esta consecuencia sanguinaria y atroz.

¿Podemos tratar y considerar a estos emporios de la misma manera y con las mismas reglas que pequeños proveedores o clientes?

¿Podemos dejar que "buenos sistemas" para la construcción de imperios sigan libremente actuando para absorberlo todo y a todos los que se le cruzan a su paso, sean vecinos en líneas horizontales o vecinos en verticalidad en las organizaciones de las que hablamos?

¿Cómo llegaron a semejantes volúmenes y a su condición de abastecedores o de clientes de semejante envergadura?

¿Dan buenos servicios y entregan buenos productos realmente?

¿La cuasi monooferta y la cuasi monodemanda son mejores que la multioferta y que la multidemanda?

Respondiendo a estas preguntas podemos decir que si, si la sociedad en su conjunto, mayoritariamente los acepta, los soporta con sus compras o con sus ventas y estas organizaciones además hacen de su actividad una real y verdadera vocación, podemos decir que tienen todos los ingredientes y condiciones para seguir creciendo.

Sin dejar de lado que estos emporios juegan con reglas de mercado que en general no son accesibles a los micro emprendedores, a los trabajadores en desventaja ni a mucho de las empresas pequeñas y medianas tampoco.

Estas empresas-emporios se jugaron por las condiciones y por los mecanismos macro económicos establecidos y por los procedimientos y formas micro económicas que se fueron dando y consiguieron ser lo que son: núcleos de atracción de clientes que compran y núcleos de atracción de proveedores deseosos de abastecerlos.

¿Hasta cuándo, hasta cuánto? Podríamos decir que nadie lo sabe, pero sí se sabe que: una empresa debe crecer hasta que sus decisiones dejan de ser ecuánimes para el conjunto de clientes y de proveedores. Una empresa debe crecer hasta el momento en que sus decisiones empresarias son cambiadas de buscar el beneficio equilibrado para todos a buscar su propio beneficio en todo tipo de negociación. Y estas empresas deben crecer hasta el límite en que ya no miren más a la sociedad de la que se constituyó, vive y participa, y cambia a mirar solo lo mezquino y despótico de querer crecer por el crecimiento mismo, de querer sobrevivir por sobre toda y cualquier norma moral y ética y de buscar la ganancia por la ganancia misma y el rédito financiero por el rédito financiero mismo en vez de buscar la ganancia y el rédito como medio para un fin superior: el bienestar de todos los que están relacionados a ella.

Pero este capítulo tiene un ingrediente principal que dejé para el final que es cuando se constituyen empresas con clientes y/o proveedores cautivos por mandato político, por arreglos políticos y por cambiar reglas del fair play e iguales para todos por manipulación de medios y fines de los sistemas y de los procedimientos de negociación; lisa y llanamente corrupción institucional, corrupción política, corrupción económica, corrupción sindical, corrupción mediática, corrupción judicial.

Qué pasa cuando un estado privatiza por legislación forzosa a mercados completos que prestan servicios públicos como el gas, el petróleo, electricidad, transportes, obras públicas, minería, etc.

Qué pasa cuando el gobierno regala las cajas previsionales a gremios que están totalmente corrompidos desde sus cabezas para abajo.

Qué pasa cuando el ministerio de economía construye una caja propia para manipular cientos de millones de dólares a través de sistemas jubilatorios y previsionales privados armando un circuito financiero a través de ellos y apropiándose de los fondos para dedicarlos a rubros espurios y ocultos de presupuestos públicos -o incluso de aplicaciones extra presupuestarias-.

Qué pasa cuando los gremios, con su mecánica corrupta de las valijas que van y de las valijas que vienen, se hacen de servicios de salud, de turismo, de vivienda, etc., quedándose con el 50% de los valores que los trabajadores forzosa y legalizadamente -pero ilegítimamente- aportaron a sus gremios y que son canalizados a los bolsillos de los dirigentes engrosando sus propios patrimonios y sus propias arcas personales y familiares. ¿?

Todos estos qué pasa son construidos con clientes cautivos, con proveedores cautivos, con aportantes cautivos, con políticos extorsionados y cautivos también, y por empresas productoras de bienes y prestadoras de servicios cautivas.

Al escribir estas palabras sabemos a ciencia cierta y con datos fuera de todo cuestionamiento y presunción en contrario que vivimos en un mundo que se construye día a día y más y más sobre grupos sociales cautivos que no pueden zafar de las trampas que los arreglos y las componendas políticas y empresariales construyen para enjaularlos y para obligarlos a aceptar sin reclamo en contrario las condiciones y los productos y servicios que están obligados a consumir.

Un solo ejemplo vale para confirmar este tipo de mercados libres construidos por la extorsión política, por el chantaje político, por la amenaza y el manipuleo político, empresas que surgen de la nada, con simples rótulos isotipos y logotipos, con millones en inversiones publicitarias y con una construcción premeditada de lo que llamo administraciones fantasmas, administraciones que tienen un flow de efectivo personalizado limpio, directo, claro y universal hacia adentro de la empresa y un flow trabado, despersonalizado, anónimo y particular del reclamo del cliente o de sus mismos proveedores hacia afuera de la empresa.

En estas empresas, todo lo que suma en caja es fácilmente facilitado, todo lo que resta de caja es un trámite engorroso e imposible de soportar para quien reclame su justo derecho de devolución o pago.

Estas empresas con administraciones fantasmas crecieron como hierba mala a lo largo y ancho del mundo. ¿Por qué? ¿Cuáles son sus visiones y sus beneficios? ¿A quiénes miran cuando hacen sus negocios? ¿En dónde están sus reales ganancias? y mil preguntas más le propongo al lector hacerse para que podamos tener verdaderas radiografías de estas mal formaciones construidas desde el más puro y avergonzante de los financismos. Son pura especulación, extorsión y abusos.

Ya no existe el cuadro de resultados, ya no se interesan estas empresas por la atención al cliente, ya no hay un juego entre activos y pasivos en donde a mayores activos mejor, o a pasivos controlados más seguridad de la calidad y de la seguridad en la administración de la empresa.

El pensamiento económico, que fue el que construyó al capitalismo de trabajo y producción, ha quedado perdido en las más oscuras y olvidadas de las profundidades; hoy solo existe pensamiento financiero.

No hay más estado de origen y aplicación de fondos, variables ajustables entre unos y otros rubros de los estados contables, no existen más revalúos de activos, o niveles de riesgos de créditos o de deudas; es decir, EXISTEN pero son elementos superfluos e insignificantes que solo sirven para que algunos tenedores de libros, diseñadores de presupuestos y economistas de poca exposición pública jueguen en sus ratos de estar haciendo, para ellos solos, algo útil, cálculos que les sirvan para tomar mejores decisiones que mueren ahí, en sus escritorios.

Hoy ya ningún especulador sufre porque su empresa quebró, o porque tal o cual multinacional quebró y fue absorbida por otra.

Hasta hace algunos años el insolventarse y quebrar era todavía una vergüenza personal, era una vergüenza y una humillación para la familia y para los que trabajaban en la empresa y por supuesto era un punto muerto para los responsables de semejantes debacles.

Todo esto pasó al olvido, no hay vergüenza, no hay quiebras que le importen a alguien excepto a los que quedaron enganchados en el quebranto, no hay responsabilidad alguna por los trabajadores que son literalmente lanzados de sus trabajos directamente a las calles para jamás poder volver a conseguir un punto de estabilidad de vida con un trabajo digno, serio y gratificante.

Emron, Parmalat, y miles más son ejemplos que nos obligan a recapitular, rever y rediseñar todos estos pasos andados en las últimas décadas.

Hoy, las empresas que se han hecho con millones de clientes cautivos y con una absorción y dinámica increíble de proveedores que las abastecen como único cliente -socio despótico y extorsionador a la larga o a la corta- solo existen de algo muchísimo más fácil en donde las decisiones se toman desde un lugar que no hay que ser muy inteligente para captar su beneficio o su utilización: hoy es cuánto cobro y tengo en efectivo en caja, cuanto más mejor, cuanto mucho más mucho mejor, y si puedo hacer un fabuloso negocio que me deje de cualquier manera cientos de millones en una sola movida en caja, tantísimo mejor.

Por el otro lado cómo hacer para tener sistemas administrativos y de organización en donde sacar un peso de caja se haga tan pero tan difícil que hasta existan clientes, proveedores y socios que llegado el punto desistan del reclamo.

Tan fácil como esto.

Ya estas instituciones que no son comerciales, ni son industriales, ni son agropecuarias, ni son de servicios, y que solo son captadoras de fondos financieros para realizar enormes transferencias de sectores de producción de bienes y servicios a cuentas bancarias de los vivos que las realizan y que de la noche a la mañana pasan a ser parte de la Lista de Forbes o de cualquier otra revista que está a la caza de los "nuevos multimillonarios" surgidos por el arte de magia del financismo y por las gambetas de la política nacional e internacional.

¿Los costos de semejantes manejos especulativos?

Pueblos y países enteros que se desloman laburando todo el día, toda la noche y toda la vida para seguir siempre igual o peor.

Un mundo de países deudores y acreedores de perfiles tan bajos que solo aparecen con siglas que los ocultan -FMI, BM, BID, etc.-.

Infinidad cada vez mayor de gente de trabajo y de empresas que producen bienes y servicios que son absorbidos por la maquinaria y por la trituradora del financismo.

¿Quién calcula los miles de millones que cuesta el stress, la desesperanza, los suicidios, los lanzamientos a la calle por falta de pago de alguna cuota, etc.? ¿Qué valor tiene el sufrimiento humano? ¿O no cuenta?

Este es el punto en que la humanidad y cada persona de trabajo y estudio debe tomar las decisiones del caso de cómo y en dónde y con quiénes vamos a imponerles a estas empresas un freno en su dinámica destructiva de mercados enteros, de valores y principios humanos que fueron los que mal o bien, más bien que mal, hicieron del comercio, del campo y de la industria lugares decentes desde donde hacer sus vidas, naciones enteras y la sociedad humana en su totalidad: una economía que hasta hace algunos lustros fue de todos.

Uno de los frenos a estos abusos es la sección del NUESTRO en el nuevo sistema tributario MIO-TUYO-Nuestro que presentamos en otro título.

Otro freno es terminar con todos los tipos de corrupciones con una participación directa de las bases sociales en todas las decisiones públicas que se toman en los niveles locales, municipales, provinciales, regionales, nacionales e internacionales. Decisión pública directa de las bases sociales que van a ser afectadas por esas decisiones públicas, con la construcción de una Democracia de Participación Directa.

Otro freno es que toda la comunidad mundial participe de cambios de paradigmas que hacen a nuestros sistemas de convivencia personal, familiar y social acompañando en la construcción de nuevas economías.

Y cuando digo cambio de paradigmas no solo estoy diciendo que nos pongamos a estudiar, a idealizar nuevas formas sino que digo que todos pongamos ya mismo manos a la obra desde nuestros propios y particulares puestos de vida y de trabajo ideando, creando, desarrollando e implementando efectivamente nuevas cosas y nuevos procedimientos de articulación económica con una absoluta libertad -sin ningún tipo de miedos- y con plena independencia, ampliando hasta el infinito los universos en los que actualmente vivimos y trabajamos.



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