La micro visión requiere de un tratamiento micro en todos
sus aspectos, la nano visión de un tratamiento nano, y la macro visión, lo
mismo, de un tratamiento macro. Así la globalización requiere y requirió
para su desarrollo, un tratamiento global, ergo, hacer negocios con las
cúpulas políticas que son las que deciden hacia dónde y cómo van las
decisiones de macro proyectos y de programas colectivos en todas las áreas
de necesidades, reales o ficticias para imponérselas a la sociedad.
No en vano las grandes inversiones que requieren aportes
multimillonarios se realizan de gobierno a gobierno, de estado a
estado y, por supuesto, también de político a político y de
inversor a político.
Punto Uno: hay que volver a las relaciones
de pueblo a pueblo, de individuo/s a individuo/s, de
Soberano a Soberano, aún en los grandes emprendimientos
nacionales o globalizados.
La decisión pública, si queremos una economía de todo y
para todos no puede seguir ningún otro camino que la presentación de programas
de inversión, el estudio de los mismos, el debate abierto y público, y en
definitiva, la decisión pública que surja del agregado de las bases sociales
afectadas, y por supuesto un sistema de registro de los acumulados que
permita saber que no existen deformaciones operativas y de resultados en el
proceso, digo, que no exista corrupción de los mismos.
Punto Dos: hay que desmantelar un sinfín de
procesos mafiosos, que ni nacen en el narcotráfico ni tampoco
nacen en el terrorismo, -por si acaso alguien se oculta en
este tipo de justificaciones- sino que son producto de los sistemas mayores
socio-institucionales públicos y priva-dos corrompidos:
1- estado de derecho pasado a estado de ley,
2- instituciones públicas pasadas a cotos de caza
financieros cautivos de las dirigencias, profesionales requeridos por la
sociedad con normas y reglamentos ético-morales de cada profesión entregados
a mecanismos mafiosos para su propio y personal peculio, caiga quien caiga y
pierda quien pierda,
3- cambian los códigos, cambian los lenguajes, cambian
los símbolos de las relaciones para hacer negocios que se transforman en
negociados y en donde la presa es el cliente cautivo y/o el
proveedor cautivo que se construye desde la ley ilegítima e
impuesta de prepo y hasta con coerción y coacción pública:
corrupción pública y maltrato público al Soberano.
No existe ninguna posibilidad que el mismo
"des"...orden público resuelva las mal formaciones y deformaciones
construidas en estos últimos años sobre los procedimientos globalizados en
cada país, en especial en aquellos con estructuras institucionales copiadas
de otros países madres, o de países con estructuras débiles en sus
formas y faltos de convicción de servicio a la comunidad.
Por estas debilidades institucionales públicas congénitas
o adquiridas surgen los manejos corruptos con modificaciones económicas,
institucionales, y político-sociales coyunturales o estructurales que
generan discriminación, injusticias y muerte de sectores completos de la
población y de las economías.
Estamos parados y viviendo la destrucción de continentes
completos: América Latina y África fueron literalmente desmembrados país por
país en redes de corrupción político-económicas de la peor calaña e
inhumanidad.
Conclusión: volver a los negocios entre los individuos y
grupos de las bases sociales terminando con los negociados de las cúpulas
políticas institucionalizadas en todos los niveles y áreas de las
necesidades sociales y terminar con los clientes y los proveedores cautivos
abriendo sobre ellos la responsabilidad de las decisiones públicas y creando
nuevas formas de institucionalización más genuinas y actuales que relacionen
a los ciudadanos de trabajo y de estudio entre sí, transformándolos en
Soberanos de sus propios destinos y devenires.