Que la humanidad necesita un nuevo par de piernas para
seguir avanzando es una buena metáfora que nos dice que los cambios
profundos que debemos producir para avanzar hacia un futuro inmediato son en
dos sentidos:
1- en lo socio-institucional público, 2- en lo económico.
El avance en el primer sentido es hacia una
Democracia de Participación Directa, avanzando sobre gobiernos de
representación NO representativa que son los tipos de gobiernos actuales
en muchos de los países del mundo.
En el segundo sentido avanzar hacia una economía más
social, hacia una economía de superficie en donde la actividad
humana y el bien de la tierra se complementen de manera más natural, más
humana para eternizar las riquezas: protegiendo la semilla y la
genialidad del ser humano.
Economías que sean sistemas de relación
creativo-productivos de mucho mayor consistencia, equilibrios y
universalidad que los actuales, permitiendo centrar en la economía a
todos los recursos físicos y a todas las actividades humanas para una plena
satisfacción universal de las necesidades de acuerdo a grados de importancia
según sean básicas, primarias o subsecuentes.
La característica principal del primer avance es la
entrega de las decisiones públicas al Soberano - el ciudadano
de trabajo y estudio- que esté interesado en participar o que sea, a futuro,
afectado por dichas decisiones públicas. Al subir la decisión pública al
ciudadano de trabajo y estudio -sacándosela al político- se evitan casi
todos los actos de corrupción pública -política, judicial, económica,
sindical, mediática, etc.- estabilizando así las estructuras, los sistemas y
las políticas públicas.
La característica principal del segundo avance es la
incorporación de la sociedad humana, en su conjunto y sin excepciones, de
manera más programada y racional a todo tipo de actividad que desarrolla y
la inclusión de límites máximos y mínimos en la utilización de los recursos
económicos establecidos por la moral y la ética ciudadana en un capitalismo
de trabajo y producción acotado por ellas.
En el avance institucional se debe corregir la imagen de
una república con tres poderes equivalentes: el legislativo, el ejecutivo y
el judicial.
Dicha equivalencia corrompe al poder legislativo que
llena un vacío de exceso de delegación de funciones con legislación
contra-natura que produce una elefantiasis jurídico-legal que permite todo
tipo de trasgresión contra la sociedad.
La misma equivalencia para el poder judicial deforma a la
institución construyendo dos estructuras fantasmas pero activas como son en
lo económico el mercado del conflicto y en lo político-institucional
el gobierno de los jueces -la más aberrante deformación del sistema
democrático-.
Al retener la decisión pública el soberano,
en general las decisiones ejecutivas, los nuevos poderes ejecutivos deben
construirse sobre un porcentaje no menor de influencia al 90% de relación
con los otros dos poderes, cambiando así la imagen colectiva de la sociedad
de ser un 33% compartido por cada poder a ser 90% para el ejecutivo, 5% para
el judicial y 5% para el legislativo; por supuesto que estos son números no
de orden sino de ejemplo.
En el segundo avance, el económico, la
identificación del financismo como el cáncer del capitalismo de trabajo y
producción y el acotamiento del capitalismo a límites establecidos
por la necesidad del ser humano y por los valores y principios morales y
éticos son los parámetros para la construcción de una economía limpia,
renovable, sana y recuperable, una economía infinita y de infinitos
recursos.
Con el tiempo y la implementación de los sucesivos
cambios institucionales, sociales y económicos irán perdiendo peso
específico las economías de profundidad, sucias y no renovables, economías
de recursos escasos.
Lo expuesto nos ubica a todos en grandes desafíos de
cambios mentales, de actitudes, de conductas, de estructuras públicas y
privadas económicas y de sistemas de convivencia que actualmente son
enorme-mente ineficientes, ineficaces y anacrónicos con los tiempos que
vivimos y hacia los cuales nos proyectamos.
Han sido 25 años de trabajo para construir pensamientos,
conceptos, estructuras y sistemas que le permitan a la sociedad dar nuevos
pasos hacia el futuro con una y la otra "pierna" para con
suavidad y diligencia avanzar seguros y confiados hacia un nuevo orden
social, institucional público y económico.
Otro cambio fundamental es la transformación de una
imagen y de un concepto estratégico.
La imagen actual social es que la institución
permanece y el ser humano y sus necesidades mueren. Esta imagen debe
cambiar por la inversa en donde el ser humano y sus necesidades
cambian y por ello deben permanecer y que las instituciones deben
morir y renovarse de acuerdo a las necesidades de las personas.
El ser humano es fuente de verdad y de
realidad, es fuente de valor moral y ético y de principio
moral y ético, es fuente de toda actividad económica para la
satisfacción de sus necesidades y es fuente de su propia
historia y por ello debe permanecer mutando de generación en generación y
eternizando sus capacidades y desarrollos en una simbiosis absoluta y total
con la madre tierra. La institución debe adaptarse a ello o morir.
Esta nueva orientación y dinámica de articulación social
es la base de la inclusión del concepto eficientismo social en
la segunda pierna -la económica- que nos permite impulsar al par hacia
una economía de todo y para todos.
Nuevas instituciones que articulan al individuo y a la
sociedad en su conjunto son, como ejemplo sucinto:
Las comisiones C.A.R.I.S.M.A. -convocatoria abierta para
la resolución inmediata social por medios alternativos- en sus siete áreas
de necesidad: alimento, habitación, salud, educación, trabajo/retiro,
movilidad/transporte y de justicia, las organizaciones Cu.
de Tra. -Cuerpos de Trabajo-, MADHO -más allá del horizonte-,
...udadanas, Redes Intel...igentes,
Escuelitas, ASA -Asambleas Soberanas Abiertas, CAS -Convenciones Abiertas
Soberanas-, PAS -Parlamentos Abiertos Soberanos-, M.A.S. Matriz para la
Articulación Social, y muchas más.
Todas de una y muchas formas construyen conciencia de
participación, de integración y de articulación social detrás de objetivos
claros para la satisfacción de necesidades y para la resolución de problemas
inmediatos que la sociedad pueda tener.
Todas asocian y adhieren al ser humano activo a dinámicas
sociales de acción creativa y productiva que pulen y amalgaman a cada
individuo y a los distintos grupos sociales a nuevas formas de vivir, de
pensar, de existir y de producir una nueva economía de todo y para todos.
Son nuevos sistemas simplificados de convivencia
que se irán construyendo con el andar de las piernas,
impulsadas por las necesidades de profundos cambios que las sociedades del
mundo perciben e intuyen necesitar y están buscando satisfacer.
Transitar un nuevo camino con nuevas piernas es
una decisión para toda la vida y así lo hemos asumido desde hace un cuarto
de siglo desde Un Mundo Un Pueblo; así, juntos, avanzamos para
construir un nuevo hogar para toda la humanidad.
Un hogar mucho más nuestro, más justo, más amplio para
todos, plenamente satisfechos.