Deberíamos considerar al trabajo mucho más que un
simple hacer material. Toda actividad involucra al Ser Humano íntegro y
esto significa, más que nunca antes, que éste debería "ser" una
actividad integradora moral y ética además de física e intelectual.
Hay humano involucrado, hay colectivo
social involucrado y si debe ser productivo no incluir todas sus
variables lo hace naturalmente improductivo, aunque rinda en producto o sea
barato en servicio.
Necesidad Real requiere de un Rendimiento Real,
Consumo Real requiere de un Producto o un Servicio Real sin
sustitutos ni agregados para conseguirlos. Explayarse en el sentido de que:
para aumentar los volúmenes de satisfacción de necesidades básicas reales
insatisfechas se necesitan sistemas y procedimientos estrambóticos y
complejos es simplemente errar el método natural de abastecimiento.
Nada simple, mucho menos aquello aprendido o
proporcionado por la naturaleza, se consigue con algo complejo o difícil de
implementar, ya que evaluar así es haber dejado adrede de lado todos los
gastos e inversiones que se requirieron para llegar a lograr que esos
sistemas complejos produzcan cosas simples.
La complejidad o dificultad se produce por la inversión
del método o la falta de claridad de los procesos involucrados o la
necesidad de pasar el límite de lo que se necesita o desea del medio natural
con el cual convivimos. Aquí los conceptos esfuerzos y sacrificios juegan su
rol principal. El concepto actividad y trabajo, también.
Una práctica de sensibilidad muy esclarecedora es que en
donde usted lee esfuerzo aplique la palabra sacrificio y en donde usted lea
actividad aplique trabajo, la diferencia "la va a sentir"
inmediatamente.
La Actividad personal
La Actividad familiar
La Actividad social
La Actividad útil sobre las necesidades
La Actividad inútil sobre las necesidades
La Actividad productiva y no productiva
La Actividad socio-productiva es aquella que una o varias
personas reales realizan para sí y la sociedad y cuyo resultado e interés la
sociedad puede volver a utilizar para su provecho futuro y así perpetuar el
rédito.
Hablar de crear un Mundo de Abundancia de
valores materiales y de valores espirituales, y no un mundo de riquezas
materiales en detrimento y por la explotación y extorsión de las variables
genuinas y originarias de esas riquezas.
Hablar de un Mundo de Abundancia que se
consigue simplemente observando cómo y en dónde la madre tierra nos da sus
mejores frutos para consumirlos y para que sus excedentes sean bien
distribuidos entre otros que los necesitan.
Hablar de un Mundo de Abundancia y de Riquezas
que se conseguiría simplemente comprendiendo los elementos de un correcto
pensamiento y de una correcta observación, sin el ruido de la codicia, de la
avaricia y de la insensatez.
Hablo de un Mundo de Abundancia que EXISTE
todo alrededor nuestro y al alcance de la mano simplemente comprendiendo y
aplicando respeto y consideración por la actividad de nuestros semejantes y,
fundamentalmente, por lo que nos da la socia que vive con nosotros, nuestra
madre tierra.
El Mundo de Abundancia del que hablamos está aquí
y está ahora, solo debemos quitarnos las máscaras y las vendas que durante
siglos hemos tenido y asumido como reales y que han llevado a este
descalabro y a esta desestabilización de tamañas proporciones de valores y
elementos de todo tipo que SON los que producen la pobreza, la
falta, la escasez.