Escribimos algo sobre la realidad y sobre la idealidad
pero se nos hace imperativo aplicarnos a sus diferencias con mayor precisión
y exactitud.
La estructura conceptual para presentar las diferencias
es la de los sentidos.
Tenemos 5 sentidos vulgares: tacto, oído,
gusto, vista y olfato.
Tenemos un sexto sentido: el pensamiento,
que es la sumatoria de ideas que tenemos en la mente. Siendo la idea
imagen mental sensible -IMS- más lenguaje que la expresa. Este
sexto sentido es multiplicador en más o en menos de los cinco sentidos
vulgares. Es decir que si pienso profundamente en el desarrollo de uno de
los sentidos vulgares este sentido aumenta su potencia, por otro lado si
pienso en NO utilizar determinado sentido porque me "molesta", por ejemplo,
este sentido se atrofia.
Tenemos un séptimo sentido: el sentido
general, que surge de la relación que existe entre los 5 sentidos
vulgares más el pensamiento. Este séptimo sentido, el general, es la
sensación generalizada del estado de ánimo que uno tiene: alegría,
tristeza, ansiedad, angustia, felicidad, etc. Este séptimo sentido
es potenciador en más o en menos de los seis sentidos anteriores.
Tenemos un octavo sentido: el sentido
común, que es el equilibrio o desequilibrio que se produce por
el mix entre los 5 sentidos vulgares, el pensamiento y el sentido
general. El sentido común es la capacidad del ser de adaptarse o
no al mundo que lo circunda de manera natural, más allá de
cualquier tipo de maquinación intelectual o de cualquier tipo de
percatamiento o estado de conciencia activa.
De acuerdo a esta presentación La Realidad
es todo lo que perciben los 8 sentidos en su totalidad en cada individuo.
Sea lo sentido y lo pensado válido o no para otros, la realidad ES lo
que cada individuo siente y piensa que ES.
La realidad individual es verdad pura. La realidad social
es la verdad individual interpretada en iguales o similares términos por
cuantas más personas mejor.
En el mundo actual el cogito ergo sum de
Descartes ha desfigurado las percepciones entre el ser y la cosa
al punto en que el ser humano ya no siente y piensa en la cosa: la
piensa, fundamentalmente.
Al avanzar sobre el mundo con el pensamiento -mundo
con el que nos conectamos fundamentalmente desde lo sensorial- se
produce un relegamiento de los cinco sentidos vulgares y un
apabullamiento del pensamiento sobre la interpretación del mundo
exterior. Esta situación hace que el pensamiento, que es
Sumatoria de Ideas y estas Ideas que son
Imágenes Mentales Sensibles IMS más lenguaje transformen la
percepción pensada en una mentalización impuesta por la idea
-funda-mentalmente por la facilidad y falta de compromiso interno que le
exige al otro el lenguaje que así se impone sobre la situación- lo que
transforma a la cosa de realidad -cosa sensada por alguno de los 5
sentidos vulgares- en IDEALIDAD, porque surge su percepción de
la idea, y no de alguno de los sentidos.
Un ejemplo son los titulares de la mañana: uno lee,
asocia intelectualmente y cree y construye lo leído en realidad... supuesta,
esto es Idealidad, porque la supuesta realidad fue impuesta
por la idea aportada por lo leído.
Vivimos en un mundo tan cargado de palabras, de lenguaje,
de comunicación verbal, vivimos en lo que podríamos llamar la
civilización de la palabra, que hemos perdido el poder que tienen
los sentidos para percibir el mundo, así se produce la transferencia de
vivir la realidad tal-cual-es a vivir la idealidad
tal-cual-debería-ser-como-realidad, y sentimos que son las
palabras la realidad que vivimos. Y sufrimos cuando cambian a diario los
titulares de los periódicos, cuando en realidad La Realidad
nada cambió, por ejemplo.
He visto muchos casos en donde "el orgullo" le gana
al hambre, este mandato cultural de orgullo personal o de grupo
llega a hacer estragos y a mantener en la indigencia y abandono a
poblaciones completas. Este es un claro ejemplo en donde una idealidad
-una falsa realidad- es más fuerte que la propia realidad
de necesidad catástrofe sin satisfacer, situación que lleva
necesariamente a la desintegración y exterminio del ser humano.
La teoría sobre la Realidad y la Idealidad es
mucho más compleja y profunda pero vale lo expuesto para lo que nos estamos
proponiendo: construir un homo económicus pleno e íntegro en
sus valoraciones existenciales y los sentidos son su camino.
Cambiar, entonces, el cogito ergo sum -pienso luego
existo- por algo mucho más integrador como Siento luego Existo, Pienso
entonces Soy; cien por ciento de capacidad de percepción y de
aprendizaje de vida nos va a permitir construir una economía que vea todo,
que sienta todo, que piense en todo, para todos.