Ya presentamos el proceso creativo-productivo y hablamos
de que su mejor expresión se da con un máximo de libertades y de
independencias.
Estos conceptos son más o menos válidos de acuerdo al
grado de necesidad, idoneidad y compromiso que se asumen para desarrollar la
actividad. Siempre una libertad asumida con responsabilidad y una independencia
con una amplia simbiosis permeable de comunicación y situacional entre los
sistemas, los individuos, las cosas y las ideas que participan del hacer,
son potencialmente más retributiva, gratificantes y alentadoras que la
carencia de estos dos valores; aunque incuestionablemente más difíciles y
problemáticas con las cuales convivir y desarrollarse en comunidad.
En este marco de actividad el ser humano se expresa y
produce su desarrollo dentro del proceso simultáneo e indisoluble de
aprender-enseñar, proceso que no implica necesariamente una relación
con otro semejante, sino que se produce fundamentalmente dentro del mismo
ser huma-no que está en la búsqueda de superarse o de realizar bien su
actividad.
Otros elementos dentro del mismo cuadro son la capacidad
intuitiva y la capacidad analítica, lógica y racional, factores que se ponen
en marcha simultáneamente en el proceso de aprender-enseñar.
Así, esta conjunción de factores se complementa para
desarrollar la actividad física e intelectual.
Libertad e independencia, proceso de aprender-enseñar,
capacidad intuitiva y analítica, coordinación física e intelectual son
cuatro planos necesarios para que el ser humano produzca un desarrollo
íntegro y potenciado en los dos niveles antes mencionados: el creativo
y el productivo.
Todo ser humano, cuando encara su expansión -de
pensamiento, de palabra o de acción física- crea un sinfín de
propias condiciones de ambientación y adaptación de su ser para integrarse a
los requerimientos del medio y de lo que idealizó como expansión
inmediata o mediata desde su propio ser. No importa cuál sea su grado de
capacidad intelectual o física la persona aporta estos factores para mejor
integrarse a la situación y al ambiente.
Este proceso de expansión se materializa -en términos
concretos y/o abstractos- con un aporte mayor o menor de elementos propios.
Cuando el aporte a las condiciones requeridas es mayor,
es decir, que por medio de una genialidad, de una inspiración, de dejar que
su proceso intuitivo y sensible funcionen por sobre los procesos mecánicos,
lógicos y racionales, y así aporta condiciones no iterativas decimos que
está creando.
El proceso creativo es el primer nivel en la expansión
del ser humano cuando aprende-enseña, o mejor dicho, cuando en sus comienzos
aprehende y se enseña.
El proceso de producción se da cuando el ser humano se
estableció en variables de ajuste a la acción que se le requieren
exteriormente a sí mismo/a y las aplica de manera más o menos sistematizada,
reiterativa.
Todo ser humano, por más restringido o limitado que esté
en sus variables de realización, siempre, para realizar su propia expansión
personal, crea variables de ajuste a la relación con el medio y,
cuando consiguió ajustar esas variables necesarias, comienza su proceso de
producción sistemática y repetitiva, hasta que las condiciones de cambio
requieran nuevos ajustes, pero siempre subordinándose a las condiciones
externas que le dictan qué ajustes necesarios personales debe realizar para
seguir en la relación de producción con otros o con la cosa en sí misma.
Por lo expuesto, es necesario tener en cuenta que parte
de la ayuda que países desarrollados hacen a países subdesarrollados son
para penetrar sus valores y sistemas y qué parte es para potenciarlos en sus
propios y particulares desarrollos.
Actualmente la autoayuda que dice producir un pueblo se
evalúa por si cumple más o menos con los requerimientos y condicionantes que
le imponen del exterior, mucho más que la convicción y potencia natural e
innata de querer superar por sí mismo sus propios niveles de desarrollo y de
progreso.
En este estado de complementación y de acciones
conjuntas, distribuidas entre unos y otros, es donde un real desarrollo
tiene oportunidades de crecer sin ocasionar futuras alienaciones y
conflictos.