TEORÍA DE LA NECESIDAD - El Eficientismo Social -
                      Una Economía  de Todo y para Todos.    Prof. Mauricio Jorge Yattah

  8 - La Riqueza -la cuestión argentina-  Audio 1 Audio2
       Imagen MJY

La pregunta clave es: ¿Qué es Riqueza? y de esta pregunta y de sus respuestas, salen mil otras preguntas.

Pero hoy por hoy riqueza individual o riqueza social es una sensación, es un estado de convicción en donde el ser está satisfecho y en calma con los elementos físicos y espirituales que tiene.

Se entiende por convicción la conjunción de dos elementos:

1- verdad individual, todo lo que el ser humano siente y piensa de lo que vive y le acontece, más

2- fe, fuerza espiritual que descansa en esa verdad.

Si una persona cree y siente que es rica: Es Rica. Si un pueblo siente y cree que es rico Es Rico, por más miserable y pobre materialmente que sea, por más desgracias e infortunios que le acontezcan.

El problema del análisis es magníficamente enriquecedor, ya que los puntos de vista desde los cuales se puede observar la Riqueza, el Ser Rico, son casi infinitos y parte del sentimiento humano insondable.

No es éste un tratado sobre La Riqueza sino un espacio para exponer algunos puntos que nos permitan centrarnos un poco más y mejor en los motivos por los cuales se sufre la existencia actual que se vive, en particular en Argentina.

Se dice que somos un país rico con un pueblo pobre, se dice que la riqueza de todos los argentinos está bajo los colchones y el estado sigue presionando y presionando para sacarle más y más a un pueblo que, por las políticas tendientes a la inacción social, ni siquiera tiene trabajo estable y seguro. Y los argentinos seguimos tirando y aceptando, pagando y manteniendo este estado de cosas; aunque hoy la conciencia ciudadana se esté rebelando de mil maneras distintas.

Somos un país rico, rico en minerales, rico en fertilidad, rico en tipos de climas, rico en extensión y en potencial de productividad, más que nada somos ricos en diversidad de todo. Y somos un pueblo rico, porque si sacamos estadísticas reales y ciertas de lo que tuvimos que soportar sobre nuestras espaldas, con enormes sacrificios y trabajo para tener uno tras otros semejantes des... gobiernos solo podemos llegar a esta conclusión: muy pocos pueblos podrían haber soportado semejante despilfarro, robo y descontrol de los patrimonios públicos y privados por la aplicación sistemática, extorsiva y confiscatoria realizada por las políticas públicas como las que sufrimos nosotros.

Mantener un sistema público extorsivo anacrónico, ineficiente e ineficaz como el que tenemos, hasta el punto de la amoralidad, se debe a haberle arrancado a toda la población el sacrificio suficiente para, aún, no habernos desintegrado como Nación.

Este sacrificio en contra de la corriente desintegradora lo realizó la base social activa económica del país, que con su actividad cotidiana se contrapone a las políticas tendenciosas y corruptas de los administradores de turno que sistemáticamente atentaron contra La Riqueza Nacional y contra la Res.. pública.

Este sacrificio para mantenernos se produce porque esencialmente sabemos y nos creemos un pueblo rico y sentimos el potencial que tenemos para sobreponernos a este estado crónica en el que estamos sumergidos. Es esta creencia enraizada en cada uno de nosotros que a pesar de todo y de todos: podemos si queremos y tenemos con qué si queremos.

En contra de lo que muchos dicen -que la riqueza de los argentinos es permanentemente negociada- la realidad es otra: la riqueza de los argentinos es siempre entregada, jamás se negocia, siempre se entrega a cambio de un porcentaje que queda en aquellos que están en las mal llamadas mesas de negociaciones, y es entregada y no negociada porque lo irrisorio de los "retornos" que se cobran por las fortunas económicas públicas y privadas que se entregan a cambio demuestran la estupidez y codicia de los "representantes públicos".

Estas pseudo negociaciones públicas "para buscar el bien común" con cualquiera que se acerca para hacer negocios con sus dineros y componendas malhabidas sigue, también, siendo así con el resto de nuestros salvadores extranjeros... aquellos que vienen porque ¡han recuperado la confianza en el pueblo argentino! ¿? "-léase: hay algunos funcionarios públicos políticos en sus nuevos cargos de responsabilidad pública que están deseosos de ganarse sus buenas coimas para propender de una vez por todas al "bien común" de sus propias personas y familias", para asegurarlas por las generaciones por venir, también.

La enorme riqueza que se produce diariamente con el trabajo y el producto de los suelos argentinos, además de cargar diariamente la mochila del peso público, no deja dudas que si se liberan todas las restricciones a la creatividad y a la producción de cada argentino en cada área del desarrollo económico podremos, en tiempo record, volver a recuperar nuestro sitio y ser por esfuerzo propio lo que debemos ser.

 Debemos luchar para dejar de ser timados, esquilmados y engañados en todo lo que hace al manejo público de nuestra riqueza por los tejes y manejes de orden legalizado, público e institucionalizado transformados en sistemas corrompidos para el beneficio de los que se ganan las cajas públicas en elecciones fraudulentas.

Intenciones inescrupulosas que poco o nada tienen que ver con la satisfacción real de nuestras necesidades y con el bien común pero que mucho tiene que ver con los negociados entre políticos y cualquier grupo de poder económico que quiera darles una tajada en función de una liberalidad o beneficio monopólico en algún área de los servicios y activi-dades económicas.

Liberar a los argentinos de las cargas públicas sacándole de encima la ineficiencia, ineficacia y extorsión con la que vienen, intencional y premeditadamente, apretando al ciudadano de trabajo desde la función pública, para que libremente pueda seguir sirviendo a la carga público natural de la satisfacción de las necesidades ciertas y reales de su propia colectividad.

Recuperar al país no es cuestión de modelos económicos o de políticas coyunturales, es recuperar el gobierno de manos de la delincuencia política e institucional. Solo así, habiendo recuperado el gobierno de lo público corrupto, el trabajo de cada argentino va a comenzar a sumar en términos positivos para más y mejor llenar las Arcas de la Nación, una Nación que sea de todos y no una nación que se la repartan entre vivos y delincuentes.

La Riqueza de los argentinos no está debajo de los colchones, ya que ningún argentino es tan tonto de tener plata guardada sin producir, mucho menos con la experiencia de 40 años de inflación. La Riqueza de los habitantes de este suelo está dentro de cada uno de nosotros, está en las ganas que tenemos de progresar, de seguir activos para hacer la América y la Nuestra y para darle lo mejor a nuestros hijos y nietos. Esa es la Riqueza Argentina.

Por eso mientras se tengan gobiernos miopes que se preocupan en el dinero por el dinero mismo, por el negocio por el negociado mismo, por los índices económicos por los números que estos les van a rendir a "ellos mismos" y sigan engañando a la gente y a la tierra, de la que siempre se olvidan, pero que es la que produce las RIQUEZAS reales de las que vivimos todos, la economía nacional va a seguir estancada para la mayoría.

No se le puede dar a estos gobiernos carta libre para que sea violada y destruida la gente, la industria, el campo y en fin toda esta maravillosa conjunción entre Tierra y Pueblo que ya está exhausta y desahuciada

La riqueza es una sensación personal y social, y a pesar del amansamiento sufrido por la gente de trabajo por políticas tendenciadas a destruirnos como país y como pueblo, esa sensación aún persiste y está latente en cada ser humano que vive en este suelo.

Cuando planteo la premisa La Necesidad es la Madre de la Acción siendo el motor de activación eficiente y eficaz de cada ser humano en función de una plena e íntegra Realización se puede ver esta premisa desde muy distintas ópticas, dos de las cuales son:

1- analizar de quién viene La Necesidad, y

2- de cuál es el resultado de la activación de ese quién.

En términos de la potencialidad de los argentinos, o sea del quién tiene la necesidad, a diario hay una comprobación contundente que el quién se mueve -a pesar de todo- en sentido muy positivo hacia la necesidad insatisfecha es de un poder y de una calidad envidiable. Que a pesar de la mochila pública que carga y de la que no se puede desprender el ser argentino de trabajo, considera que es de un peso específico mayor la necesidad y moverse en función de ella, que la porción que se lleva la carga pública sobre los resultados que produce, buscando a su vez mecanismos y formas para esquivarla -desobediencia cívica, cultural, económica para poder salir a flote.

El motor que alienta al argentino a trabajar a diario es entonces, y conscientemente, un potenciado elemento que incluye la confiscación pública como peso negativo y reductor de su esfuerzo deliberado para la superación personal, familiar y social.

Confiscación que una vez entrada en la caja negra de la función pública desaparece sin dejar rastros de beneficios sociales humanos y de la ética pública que los debería bien distribuir.

El segundo elemento: cuál es el resultado de su activación, incluye un porcentaje que el trabajador argentino sabe que sí o sí se le va a quitar y que va destinado concretamente a la corrupción político institucional, incluyendo dentro de ésta la ineficiencia e ineficacia crónica y hasta obligada del manejo de los recursos públicos a los que aporta, situación que asume con queja pero sin saber a ciencia cierta cómo resolver y de cómo hacer para escapar. Esa parte que le come legalizada, pero mucha veces ilegítimamente, sus rendimientos efectivos y que entrega mansa pero renuentemente al fisco.

Esta actitud y conocimiento que el pueblo argentino tiene de su SIDA -Síndrome de InmunoDeficiencia Administrativa- y la aplicación del esfuerzo y sobretrabajo que a pesar de ello hace es indudablemente un multiplicador eficiente y eficaz que se traduciría en enormes riquezas colectivas y particulares si en un futuro próximo se lo libera de la carga y del cáncer que produce el SIDA.

La Riqueza Argentina al igual que las riquezas del mundo, no se evalúa en lo que el ser humano le saca a su socia, la tierra, ni lo que el ser humano imagina que Es Riqueza, la riqueza está en la potencia y en la determinación que aún mantenemos de seguir viviendo para más y mejor en convivencia pacífica y compartida. En una convivencia de esfuerzos pero sin sacrificar a unos ni a otros en la convicción de dejar lo mejor de cada uno para el resto de la comunidad. Esta es la semilla del desarrollo sostenido y de la futura riqueza de la humanidad. Una riqueza que implica satisfacción material pero también satisfacción moral por la obra realizada y en donde a nadie, absolutamente a nadie, le falte lo que necesita para una plena y amplia vida en felicidad, en paz y con abundancia.

El ejemplo puesto aquí de Argentina puede extrapolarse naturalmente a cualquier país y a cualquier pueblo del planeta encontrando en sus aplicaciones y conceptos muy poca diferencias entre unos y otros, lo podríamos llamar efectos globalizados, también.



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