Infinitas guerras entre naciones y continentes enteros,
infinitos conflictos familiares y de sucesión, y las más aberrantes
injusticias llevan capitalizadas en sí "la propiedad privada".
Bibliotecas completas contienen el pensamiento, las
discusiones, y las propuestas que la filosofía, el derecho, etc. han volcado
en libros y en proyectos de ajuste y de cambios para ver a propiedad
privada y evitar los conflictos y las guerras que causaron.
Aportemos algo más, tal vez ayude.
Primero separemos ambos términos: propiedad y privada.
Establezcamos, para que el/la mismo/a lector/a y para con
quienes estén compar-tiendo esta lectura puedan participar, la parte del
Método Fusión que hace al proceso de comunicación intelectual
relacionado a la pregunta, para que de esta manera tengamos un sustento de
un cien por ciento de posibilidades de apertura de las realidades que vamos
a analizar: propiedad y privada.
Las llaves son las preguntas, en su orden
existencial y filosófico, orden que hay que respetar por sus distintos
niveles de penetración que tienen sobre las realidades bajo análisis
racional.
1- quién
2- qué
3- dónde
4- cuándo
5- cuánto
6- cuál
7- cómo
8- para qué
9- por qué
Así avancemos sobre la primera realidad a analizar:
propiedad; y recordemos que solo estamos guiando al lector a que imagine y
construya sus propios universos respecto a estos dos términos no para
resolver definitivamente la cuestión que propiedad privada trae en sí sino
para entender, comprender y saber mucho mejor desde una posición individual
y de grupo cómo pesan estos dos términos en cada uno de nosotros.
Papel y lápiz en mano, o teclado de por medio comenzamos
a avanzar pregunta por pregunta sobre la realidad propiedad,
escribiendo a continuación las respuestas que espontáneamente nos vayan
surgiendo -recordemos que reSpuesta es la re..puesta, o reposición,
de la realidad interna que cada uno tiene -en este caso- y que entre las
tres: realidad-pregunta-reSpuesta se va construyendo el universo al que
queremos acceder para internalizar de una mayor y mejor manera propiedad
privada.
Quién es dueño/a de la propiedad
Quién adquirió la propiedad
Quién hace usufructo de la propiedad
Quién le deja la propiedad a quién
Quién recibió la propiedad
Quién dio la propiedad
Quién cuida la propiedad
Quién invierte/gasta en la propiedad
De la misma manera respecto a privada/o
Quién participa de lo privado
Quién considera que es privada/o
Quiénes están adentro de lo privado
Quiénes están afuera de lo privado
Quién constituye lo privado
Etc.
Avanzar con la penetración sistemática de ambas
realidades con las 9 preguntas -se recomienda no utilizar el por qué ya que
es una pregunta que no tiene fondo y que acepta cualquier tipo de respuesta-
es una muy buena forma de abrir el debate para permitirnos ampliar los
horizontes intelectuales y de comprensión de la realidad que nos permita,
entonces sí, proponer transformaciones sobre la propiedad privada como
concepto y construir nuevas opciones para el manejo más justo y ecuánime de
los posibles conflictos e interpretaciones a derecho que puedan surgir.
Un claro ejemplo, entre distintos tipos de
interpretaciones y de "apropiación" del término propiedad privada, es el que
personalmente viví hace unos años.
Nuestro país, Argentina, ha sido siempre un lugar de
amplias pampa abiertas para cabalgar por leguas y leguas, ha sido un lugar
de tranqueras solidarias que cualquiera, sin importar color o condición o
procedencia podía franquear y recibir del otro lado una calurosa bienvenida
y un mate tibio, amigo y conversador; éstas, nuestras tierras, han acogido
generosamente al más desparramado de los humanos y lo ha bendecido con sus
frutos y abundancias, pero en los últimos años, además del cuatrerismo y del
matonismo resultantes de la injusticia provocada y del descontrol
institucional, ha sufrido, esta tierra, la invasión de nuevos terratenientes
constructores de latifundios que son provincias dentro de las provincias
mismas y que son una nación en construcción, con sus propias leyes y
costumbres, dentro de una nación en descomposición, que no va al caso
analizar.
Un día, invitado por un amigo a Tupungato en Mendoza,
llegamos a eso del mediodía a sus viñedos. Nos castigaba un sol abrasador de
ésos que pegan más fuerte allí arriba en la montaña y el aire, irrespirable,
nos obligaba a buscar un refugio fresco en donde lo encontráramos; así yo,
al llegar, salté de la camioneta y antes que cualquiera me parara me
desvestí y corrí como dios me trajo al mundo para tirarme en un estanque
artificial que había "ahí nomás" al lado de la tranquera que recién habíamos
cruzado "del otro lado de un alambrado de 3 hilos, nomás".
Zambullida y unas cuantas brazadas hacia el medio fresco
y maravilloso de un agua dulce y casi cristalina fueron la antesala de
gritos y gestos de desesperación de mis amigos advirtiéndome que me
volviera, sorprendido por la grandilocuencia y exageración de los gritos y
los gestos di la vuelta y nadé hacia ellos. Mi amigo me dijo: -"estás loco,
si hubiera estado "el cuidador" te hubiera cazado con su escopeta como a un
pato". Y a renglón seguido, viendo mi perplejidad y conociendo que somos
como hermanos del mismo palo y libertad me dijo que esa tierra la habían
comprado "unos norteamericanos" que no dejaban que nadie entrara a ellas.
La pucha que son distintos, me dije. ¡Ni un puto
chapuzón! Y mi amigo me dijo ¡A costa de tu vida! Mejor sudar la gota gorda
¿no te parece?
Hasta aquí la presentación del tema y las intenciones del
título: abrir un profundo debate para que se produzca una catarata de
propuestas y cambios que disminuyan los conflictos creados y en muchos casos
las injusticias que produce mantener estático y maniatado el concepto "la
propiedad privada".